martes, 30 de septiembre de 2008

final.

-Siéntate joder… Que la vida te azota en la cabeza porque pierdas la esperanza. Pero las heridas que ahora sangran pronto sanaran. Te maltratan para crear pánico dentro de ti. Así te tienen sometido, bajo su dominio criminal. La cobardía no es buena compañera, la valentía tampoco. No quiero notar este temblor constante en tu cuerpo, tiritas como un niño con frio, pero es de pavor. Asco me da verte así. Lucharemos.
Un golpe en la puerta de la habitación, dos disparos y dos cuerpos en el suelo muertos. Uno era valiente, el otro no tanto. Los dos con el mismo final.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Bush no sabe querer.

El capitalismo nos esta siendo adultero con una tal crisis. Se ha vuelto asesino despeinado, es un gran asesino globalizado. Pero como siempre en el sur hay más epidemias. Tengo gastada la cruz de Cristo de tanto rezarle, y no viene al rescate. Si me toca la lotería y me da lo mismo, por no decir igual, la crisis o esa querida inoportuna, me paso al Islam y me caso con siete mujeres. Pues creo ser amante generoso. Pero volviendo a la crisis, traerá peleas entre hermanos. Y es que, lo vascos no tiene problemas en apoyar los presupuestos del estado. Y los que tanto los quieren, algunos catalanes, no más catalanes que otros menos nacionalistas, se van a llevar una decepción ¿Aunque tan hermanos son con los extremeños creo yo? Y sin ver el fin de este romance alocado y abusador, nos recomiendan ser austeros, y yo digo; pobres forasteros. No me cabe duda, habrá una profesión que no notara los efectos de este problema, serán los curas, y es que como siempre, sabrán a quien arrimarse.
Con la crisis nos pasa como con las conversaciones. Las frases más interesantes, son las absurdas, porque en el absurdo es cuando dejamos al descubierto nuestra persona. En el absurdo de esta crisis demostramos, que no somos perfectos y nuestro sistema tampoco lo es. Si no (anuncia contradicción) como es que los americanos se están volviendo comunistas, si llevan una vida luchando contra ellos.
Así pues, las cartas están sobre la mesa y al descubierto, al capitalismo de vez en cuando le gusta querer a la crisis. Y esto pasa porque la ultima maruja con quien le ha tocado arrimarse, no ha sabido como hacerle un buen trabajo, se ve que lo suyo es destruir, como en Irak. Pero como decía un conocido (optimista), lo importante es tener salud.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Civismo.

El civismo; Comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública.
El civismo del cínico; Que importantes se creen algunos iluminados, escupiendo cinismo creyendo que enseñan civismo. El mal olor corporal es algo bastante cívico para olvidarlo, si se desprende de tu cuerpo. Fumar porros y emborracharse en cualquier parte es poco cívico, para la educación a otros menores y para su propia vergüenza, si que la tienen. Celebrar triunfos deportivos, dejando ciudades, pueblos o cualquier lugar público hecho una asco por no decir una mierda, que es más o menos es lo que importan las palabras de este señor al resto, es poco cívico. Intentar imponer ideas es aparte de bastante facha, poco cívico.
El civismo para mi es hacer callar a estos consejeros de la verdad absoluta... que creen que su persona es algo importante justo porque sus logros, a cierta edad, demuestran lo contrario. Civismo es justo el contrario del ruido de cada una de vuestras actuaciones. Así que ya sabes, cívico cínico, antes de aconsejar intenta mejorar en un millón de cosas.Por ejemplo te diré; ser más respetuoso, por no repetirme, con tus propios padres.

martes, 23 de septiembre de 2008

Adopción.

(Microrrelato enviado a la cadena Ser, con optimismo y un poco de suerte)

Los niños jugaban a atrapar la luz. Y mientras yo, te esperaba en el sofá leyendo la prensa. La mesa estaba puesta y el hambre y la comida hechas. La inquietud, visita despreciable en el comedor. Combinación de apetito y preocupación. Es demasiado tarde para cualquier escusa decente. Y lo que no quería que pasara, pasó. Al abrir la puerta dos uniformes con cara de pesar y angustia. Grité desde el recibidor a los niños que se fuesen a la concina. No me hicieron ningún caso. Escucharon que habías muerto en accidente. Desde entonces solo me preguntan cuándo volverá papa. No es una madre lo que echan de menos.

Almorrana.

Destrozo las flores con las que en el pasado te quise conquistar. Las piso, las muerdo, las tiro contra la pared. No lloro de dolor, lloro de rabia. Es como perder una apuesta de caballo ganador. La envidia; la cito por citarla. Ojos que no ven corazón que no siente. Demasiado tarde para sentir nada más que odio, ahora. “Agradecería que esté hombretón de color saliera de mi lado de la cama y tu de encima de él.” Es dos veces más fuerte que yo. Supongo que en todo. Por eso no chillo, no golpeo y no hiero, no por nada más. Las razones de los cuernos saltan a la vista. Sus atributos son como mis tributos, muy grandes.
Recuerdo cuando mi padre me dijo “hijo ponte a cura”. Le hice caso. Pase en clausura más de 5 años. Con padres para todos los justos. Ni una solo madre. Eramos de la orden de los dominicos. Nos lo cultivamos todo nosotros. El pan también obra nuestra y del señor. Orábamos tal cantidad de veces que me llegaba a descontar. Por la ventana solo se veía castilla. Larga y ancha. No conocíamos el televisor, la radio ni un cuerpo de mujer. Triste no conocer forma tan bella. Tan carnal y pasional. Las noticias apasionantes eran, el restreñimiento de padre Pablo o la facilidad de padre Juan. El sol salía siempre por el mismo lugar. La luna pocas veces la descubríamos. Los inviernos eran fríos y los veranos calorosos. Muy caluroso para tanta sotana. 5 años encerrado en una prisión voluntaria. Donde decían estábamos reflexionando. Tardé 5 malditos años en reflexionar, que estaba despreciando el tiempo de mi vida. Con demasiada soltura por ser católico. Y justo cuando estaban bendiciendo la comida, o la mesa o el agua, o los alimentos. Me levante, persona y sotana y les dije “aquí he conocido a la soledad, voy a olvidarla.” Y salí por aquella vieja puerta, a descubrir el mundo.
Me alojé en una pensión vieja, de una calle vieja, de una ciudad vieja, de un país viejo, con un dictador viejo. Que a la vez era un viejo dictador. Y allí soñaba con mis futuros próximos. Porque hay mil futuros. Uno diferente para cada instante. Busque, busque y al fin encontré trabajo. Dos años más entre motores metido. Con mi amiga soledad. Entre tanto me compre un piso pequeñito. Para irnos a vivir mejor, con más espacio. Para no chocar tantas veces de frente contra ella. Pero un día de otoño al salir del trabajo, cuando el ocaso se dejaba ver, la conocí. Trabajaba en el restaurante de enfrente. Era nueva, como mi vida desde aquel momento. La sonreí y ella pasó de mí. Pero seguí sonriendo y al final le hizo gracia mi cara de tonto. Un ramo de flores rojas para conquistarla. De eso hace veinte años. Y por qué me he acordado de mí triste vida ahora. Dicen que pasa cuando ves que vas a morir.
El diablo no tiene cuernos, pero diablos que jodido es cuando te ponen cuernos. Tampoco tiene brazos, ni piernas, ni forma humana. Menos cuando se mete dentro de ti. “Está frase está mal hecha. Sería; menos cuando lo metes dentro de ti mismo” y eso acabo de hacer. ¡Maldito negro te voy a matar!

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Soledad.

( Microrrelato enviado a la Cadena Ser, con optimismo )

Y se vistieron para la misa de 12. Aunque seguían conversando sobre su poca fe, de la misma forma como se discute del tiempo. Sabía desde siempre que en su mayoría eran ateos. De luto cruzaron la puerta. Solo, sentado en aquel viejo sillón, me pregunto el por qué de aquella visita a la casa de Dios. Aunque mis recuerdos son austeros, recuerdo a mis hijos, y no encuentro respuestas. Recuerdo alguna enfermedad pero no mortal. Intento recordar si he muerto, o si era católico. Y me esfuerzo en recordar a mi mujer pero no lo consigo, a la vez, rompo a llorar. ¿Qué hago aquí tan solo?

lunes, 15 de septiembre de 2008

Conocerte y conocerme.

Donde te conocí,
No creí encontrar el amor,
No creí hallar mi tesoro,
Ni la eternidad tampoco.

Cuando te conocí,
No pensé en entregarte mi corazón,
Y sin conocer la razón,
Mi amor se fue hacía ti.

Entonces me conocí,
Entre tus brazos y tus besos,
Como buen compañero,
Amor eras para mí.

Conocí la ilusión,
El deseo, la verdadera soledad,
La ausencia, la esperanza, la eternidad,
El futuro, y con asombro,
Nuestro pasado hoy conozco.

Cuando te conocí,
Me conocí,
Y el conocerte,
Fue conocerme.

martes, 9 de septiembre de 2008

Dependencia a la Independencia.

Me gusta como soy. Se decía el sicópata a sí mismo. No quiero cambiar. Que le voy hacer si la sangre me atrae, tanto como al hombre la mujer. La tristeza no me invade al decir estás palabras, estoy auto convenciéndome. Progresar para mí es crear dolor. Que el viento lleve el olor a cadáver a todas esas narices, que no saben lo que es. No, esto no es malo para mí. Que me importan los demás. Lo mismo que yo a ellos. Respóndeme razón si me equivoco. El silencio se apodera de mi cabeza. La razón está de mi parte. Hasta luego lo socialmente correcto. Vuelvo a la selva de mi mente una noche más. Caminaré por las calles oscuras de esta ciudad en busca de una presa para mi ansiedad.
- Quedas detenido por asesinato a 52 mujeres inocentes.

Fin.

Lo que no es malo para nosotros, puede ser malo para otros. El progreso no pasa por el nacionalismo. Pero si por proteger tu tierra, tus intereses y tu cultura. Criar obsesiones fronterizas repletas de miedo catastrofista, es un futuro oscuro. Hacer crecer el dialogo es un mañana de luz. Dormir tranquilos amigos, que no pelearemos con armas, sino con palabras. Que esta tierra hoy será nuestra, pero en cien años habrá cambiado de manos. Y estos que hoy aclaman libertad a través de la independencia, son los progresistas nostálgicos y rancios, que añora el combate, las barricadas y las fronteras. Las diferencias entre la gente, para poder calificarlos o clasificarlos. Son los sicópatas de la igualdad. El olvido de lo vivido. Los que sufren la dependencia a la independencia.

Gran oprtunidad.

Cuando dejamos escapar.
Nuestra gran oportunidad.
Me sabe mal.
Más por ti que por mí.
He enterrado el pasado.
Espero que tú hagas igual.