viernes, 30 de agosto de 2013

Un relación formal.

Al amanecer. Nunca me ha gustado levantarme en cama extraña. Sin embargo, hoy, tropiezo con unas sabanas que no conozco. Con un colchón que me da dolor de espalda, una almohada que me destroza las cervicales y una compañía que casi no recuerdo el por qué duermo a su lado. Dentro de mi cabeza hay una tormenta de nubes negras y chaparrones, de truenos y relámpagos, de cantos de sirena y de acantilados. No me importa que hora es. Ella sigue durmiendo, desnuda, tan ricamente en su cama, porqué supongo, debe de ser su cama. Nunca me ha gustado levantarme en cama extraña: Pues no sé donde está lo necesario para hacer café. No recuerdo su nombre ni creo, que quiera recordarlo. No lo encuentro imprescindible. De vez en cuando, llueve serenidad debajo de la ducha. Con gotas de agua frías que cortan la sensatez como cuchillas. Miedo, no tengo miedo, de decir que no la necesito; Porqué no la necesito. Ella a mi, seguramente, tampoco. No busco una relación humana, ni carnal, no busco nada y ayer no sé que buscaba, pero ahora, no me importa. Debo irme. Si se despierta me despediré, si no, le dejaré una nota. Una nota que diga:

Buenos días.

No soy quien por aconsejarte que lo mejor que puede haberte pasado es que me haya ido. Suelo mentir. Y mentiría si te cuento que me ha gustado, porqué no lo recuerdo. No sé si estuve o no a la altura de tus expectativas, desearía que sí, ya que me has dado cobijo. Pero es que nunca me ha gustado levantarme en cama extraña y si me quedo puede, que vuelva a dormirme y después, ya no sería cama extraña. En fin, si algún día te veo por la calle y no te saludo no lo tomes a mal, será, únicamente, por no recordarte. Espero no haberte dado ningún dato personal; Podrías ser la mujer de mi vida y tener donde encontrarme para recordármelo. Un beso, suave, como mi despedida. Estás muy sexy desnuda, tienes un cuerpo maravilloso, si supiera pintar te pintaría, pero dios no me dio ese don y sí el de la huida. Creo que tengo alergia a sufrir.

Hasta cuando el destino quiera (aunque no creo en el destino).

Un saludo.  


Media mañana. Sentado en un banco de la ciudad observo a las mujeres que pasan por delante de mí, mientras recapacito que ella podría ser cualquiera. No sé si dejar de beber o buscar una relación formal.

martes, 20 de agosto de 2013

¿Que por qué estaba yo con esa mujer?

¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti más que tú. Groucho Mar

Lunes. Hace unos años, no he calculado cuantos, que murió Groucho Marx. Leo algunas frases suyas con gracia que se pueden encontrar por Internet, igual que un legado a la humanidad. Desde la ironía. Cómo si nos transfiriera a través de unas oraciones sus experiencias, parecido a los mandamientos, pero sin embargo, me suenan mucho más terrenales.


He seleccionada dicha frase, pues creo que a parte de ser la excusa perfecta podría, esconder a menudo, una gran verdad. El tiempo lo cambia todo y nosotros estamos dentro de ese todo.