Al caer inerte,
sea pronto o tarde,
no perdáis el tiempo
con una oración.
Nunca creí en el incidente
de la divina creación.
Acepto mi naturaleza:
Elijo ser viento,
luz, río, árbol
o ceniza en el suelo.
Pero no cuerpo en un agujero,
ni recuerdo en un cementerio.
Tampoco alma eterna,
ni comida de larva.
Porque lo único seguroque nos da el naceres morir.Y así, al dejar de vivir,prefiero ser polvo en mi tierraque en un subsuelo celestial espera.
No aspiro a más destino
que el que dicta la razón y la materia.
Que mi sustancia quede
como rastro en tu memoria,
como surco en su mejilla,
como bitácora algún día,
y como una añoranza leve,
que pasa de puntillas.
voilà qui je suis
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