lunes, 24 de septiembre de 2007

Vender es fácil.

Tiempo atrás alguien tuvo la genial idea de vender parcelas de la luna, los más ricos, las estrellas del firmamento terrenal como Tom Cruise no dudaron en comprar a precio de oro esa tierra poco habitable. Otro magnifico americano tuvo la brillante idea, tan capitalista como él, de vender las estrellas (no las Holywoodienses). Pero a precio más razonables, tengo la fortuna de conocer personas que tienen alguna a su nombre. Seguro que este individuo, a más tienen acciones en alguna fabrica de telescopios, así el negocio ya es redondo. Pero no solo en América existen negocios dudosos por su poca claridad, en la costa de Murcia los alcaldes asociados con sus amigotes arquitectos, constructores etc. Venden costa a toda costa, valga la redundancia. Y resulta que el suelo del pueblo, se lo hacen suyo a precio de ganga, donde esta prohibido construir, cambian las leyes fácilmente, con datas en los informes engañosas, y a ganar dinero con la venta.
Con esto del cambió global, y las sequías que se nos acercan, lo próximo será vender el agua del cualquier río, algún listo habrá.

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