viernes, 27 de enero de 2012

Consumir.

Estamos tan acostumbrados, no ya a ver, sino a consumir imágenes de violencia, cada vez más duras que nos inmunizamos a su efecto. La indiferencia hacía a ellas, engrandece al ver un soldado meando encima de un cadáver, las vejaciones de cualquier prisión ilegal o en los maltratos rutinarios a los más débiles.  Y las imágenes brutales, pasan al cabo de poco tiempo, a banales. ¿Puede un soldado ser un hijo de perra en su trabajo y un buen padre a la vez? ¿Puede el ser humano compatibilizar esas dos caras en una misma persona? ¿O por lo contrario es imposible?

La epidemia del aturdimiento ya ha avanzado hasta límites casi inimaginables. Si en el caso de la violencia, a uno, se le remueve ya cada vez menos el estómago, en otros campos, la pasividad es escandalosa. Hemos llegado a los 5 millones de parados, y aquí, no pasa nada (Aún se busca a Zapatero). El Sr. Camps, ha sido absuelto por un jurado popular y mientras, se reía al abandonar la sala ¿Tratar con mafiosos no es condenable? El yerno real, se enriquecía presuntamente de forma fraudulenta ¿No debía de tener bastante dinero para gastar? Garzón se sienta en el banquillo de los acusados por investigar a una trama corrupta, los crímenes del franquismo y a saber de que más se le acusa, en fin, por intentar hacer justicia se lo juzga. El presidente Rajoy, obedece a lo que decreta Merkel, cuando antes, no hace mucho reprochaba a Zapatero por lo mismo. Y mientras, el pueblo, nosotros, todos, lo observamos sin decir nada, sin casi alzar la voz, sin opinar, únicamente murmurando un poco aquí y un poco allí, sin ganas de cambiar nada.

Preferimos, morir lentamente, sufriendo, pues nos han contado que es el único camino y por lo que parece no tenemos valor, para descubrir si hay otro. Así, nadie llorará nuestro cadáver.   

jueves, 26 de enero de 2012

Callar.

Me dices:
que nada digo.
Sin embargo,
nunca recapacitas;
lo mucho que callo. 

miércoles, 25 de enero de 2012

Soñar.

A menudo, sueño, que durante el trayecto matutino hasta el trabajo, sin saber por qué, vuelvo una y otra vez a la salida del parking. Hasta que en la octava o novena ocasión, al abrir la puerta, ya es de día. Hago, en todas, la misma parte de trayecto y en un punto exacto retorno, regresando por un túnel luminoso, hasta el punto de inicio.  En cada intento al ver que no consigo llegar al trabajo, los nervios, se van apoderando de mí un poco más. Pero por otro lado, no intento cambiar nunca la ruta ni de velocidad, es, perpetuamente, todo igual. Me resigno a esperar que se haga de día, porqué sé, que en ese preciso momento, logro llegar. Sin embargo, en el instante de aparcar el auto en el mismo emplazamiento de siempre, se desvanece el sueño, en su totalidad, como lo hace el amor con el desengaño y puedo, al fin, descansar.
Después, al levantarme, recuerdo lo soñado mientras voy hacía el trabajo, de noche aún, a oscuras y al pasar por el lugar donde en el sueño retrocedo, me doy cuenta, que asiduamente, la vida no es lo que soñamos.   

sábado, 21 de enero de 2012

Adosado.


Miro el televisor. No sé ni de que va el programa ni cuantas pausas publicitarias me tragado ya. Me da lo mismo. Es hipnótico hacer hipótesis. Me es indiferente hacerlas, sobre el presente de la mujer con la que me cruce en la caja del supermercado, del futuro posible o imposible del niño que paso la calle sin mirar, de tía abuela de un amigo que hace ya años que esta viuda y del por qué lo está, de los padres de los niños de la clase de mi hija, de las amigas de mis amigos, de los clientes, del pasado oscuro de la peluquera o de lo que pueden estar haciendo ahora mismo los vecinos en la pared contigua a la mía (sobre todo la vecina, porqué engañarnos). Y salto de una historia a la otra al igual que cuando tienes un par de libros o tres, empezados y según el día, la hora o el momento prefieres, uno u otro. Mí querida señora, hace rato que debe dormir ya, y  yo, estoy aquí dejando pasar la noche conjeturando con lo que sin duda, a mí, me gustaría estar haciendo si pudiera habitar, un sinfín de cuerpos que no son el mío. Así, espero al sueño, que desde tiempo atrás, cada vez, lleva más retraso.   

martes, 17 de enero de 2012

En bragas.

Bailas en bragas,
contoneándote,
por toda la habitación.
Sin música.
Únicamente susurrando
lo que parece,
una bonita canción.
Sólo llevas las bragas
y bailas,
agitando tu melena como las hojas,
danzan con el viento.
¡Estás tan rica!
Tumbado
en la cama revuelta,
cierro los ojos,
para guardar en mí retina,
esta partícula de tiempo
y hacerlo eterno.
Mientras sigues con el vaivén,
fingimos, estar solos en el mundo.
Encerrados en nuestro edén.
los segundos,
parecen atascados en el reloj y el murmullo
de tu voz
corteja el baile,
mi sueño y mis sueños,
con feroz aprisionamiento de sentimientos.
Y sin casi aire,
me ronroneas; más.

sábado, 14 de enero de 2012

Mi 1/2 Yo ( I )

Estaba tomando el café después de comer cuando al fin, me di cuenta, que mis dos realidades, opuestas, varían según si la noche anterior había hecho o no, el amor con mi pareja.  

Continuará. 

jueves, 12 de enero de 2012

El inframundo.

No se dejen engañar por el armario; 
esto no es adulterio.            
Las noches de invierno son frías y largas y esta crisis, angustia a las personas. Eso, a menudo, hace que cueste conciliar el sueño y al no poder disfrutar de las terrazas veraniegas, las personas se sumergen en una, casi siempre, mierda de programación televisiva, alguna mala película, la lectura, en pocas conversaciones o este inframundo que es Internet. En las dos primeras opciones el desaliento, aumenta casi proporcionalmente, al tiempo en que se está en frente el televisor.  En la tercera, el ánimo puede variar según por donde se transite.
La mayoría son, o somos, de redes sociales. Al entrar en ese universo paralelo, creas un alias con tu nombre y sin embargo, no eres tú. Es una versión mutante de ti mismo, según convenga por el momento o por el interlocutor. Puedes, sin tabú, ser más dulce o áspero, atento o grosero, gracioso o serio, interesado o interesante o, incluso, conquistador o conquistado. Dependiendo de a que juego quieras jugar, conforme va avanzando la partida, encuentras los jugadores. Los hay para todo, aquí, cada uno pone sus limites, normalmente, sin tanto temor ni tormento como en la otra realidad, la de siempre. Frecuentemente el juego que hay entre la sensualidad y la sexualidad es en el que más participan y puedes; buscar algo nuevo, a alguien del pasado, amor, amistad o sexo. Nada también juega, pero casi siempre nadie la elige. Enamorarte o únicamente excitarte son también posibilidades. El problema, es, que aquí, en Internet, si sientes atracción, habitualmente es intelectual antes que carnal y eso, hace, que los adulterios esporádicos y caducos, pasen a ser no tan esporádicos y con data de caducidad cada vez más larga. Antes, el camino para llegar al adulterio tradicional, era breve y causado por la atracción carnal, si se presentía otro sentimiento pasaba a ser una relación nueva, casi nunca, un juego de amantes indefinido. Ahora, la confusión se ha apoderado del tablero y eso, de conocer primero la persona, hace que todo sea mucho más amoroso y menos lascivo.
Somos, al fin y al cabo, peores parejas (porqué los porcentajes de adulterio son los mismos o mayores) y peores amantes (porqué no hay lujuria). O eso, me contó un amigo.                

miércoles, 11 de enero de 2012

El olvido.

Dices que nadie te conoce como tu misma. Y eso, sin embargo, te hace frágil y vulnerable. Cuentas, que quizás por esta razón, vuelves a caer una y mil veces, en los mismos errores. Justificamos, a menudo, nuestras acciones después de hacerlas. En tu caso, siempre es así y, mientras razonas tus actos evidencias la ignorancia de tus propias sombras. Dejas que la brisa ondule tu pelo y vuelvan las quimeras en forma de sonrisa, empequeñeciendo los ojos, reduciendo el campo de visión, mientras te desviste de malas formas, otra vez. Lo besas y te olvidas del pasado, te besa y las ganas de eternidad regresan para invadir lo que tú llamas conocerse. Y como nada es para siempre, él, acaba; y todo vuelve a empezar.        

lunes, 9 de enero de 2012

¿Se puede?

Se puede andar atrás,
sin que eso, signifique,
retroceder. Se puede.
Se puede,
sin más, deshacer
el camino sin implícito,
entierro de recuerdos.
Sé que se puede.
Se puede,
lograr el regreso, sin infectar
el viaje, de la nada
al ningún lugar. Del nunca
al jamás. Eludiendo
la mezcla de presente,
pasado y futuro.
Se puede,
volver y devolver 
al propósito.
Aunque esto requiera,
firmeza, esperanza
e insistencia. 
Para así, a veces,
Decir: lo conseguí.      


Aunque, 
no siempre.  

miércoles, 4 de enero de 2012

El disco.



Desconozco si ha sido el año nuevo,
el disco que he metido o sólo nostalgia.
Pero hoy, al levantarme, no sé por qué
 te he recordado, cómo esperando;
un momento revivido con su magia.
Tu a tus diecisiete, yo, a mis dieciocho.
Toda la mañana, acompañándome.

Tus sonrisas, mis prisas, tu turbante
yo, intentando parecer elegante, tus ojos
que brillan y mis nervios que insinúan;
Lo que las palabras, no se atreven a decirte.
Nuestro acercamiento desde el desconocimiento,
A la excursiones, salidas, fiestas, y la espera
de poder estar solos los dos, con cautela.

Y esos momentos de inexperto, donde te dije
lo que tenía que haber callado y no hice,
lo que realmente sentía o tenía que hacer.
Barco sin puerto. Ni un único beso.
Labios esquivos para la suerte del amor,
escondidos en la confusión, sin confesión.
Por poco, no rompimos estos recuerdos
privilegiados, con un quizás sí, quizás un hijo,
quizás odio eterno. Quizás sospechas.
Quizás, todo quizás.

Hoy, mientras nada tiembla, estimada,
te recuerdo como aquél recuerdo, que un día
lleno mí vida: Con una mirada, un charla,
un momento de silencio o un juego casi inofensivo.
Disfrutando, solos, tu y yo en la multitud. Recuerdo,
tus lágrimas de despedida, excesivamente saladas.
Porqué se terminaba todo lo que había sido tan fácil.
Sin embargo, aún hoy, conserva su magnitud,
Su esencia táctil. Algo especial.

Desconozco, con quién te levantas cada mañana.
O si la distancia prudencial se volvió excesiva.
Y aunque puede que esto sea hacerse viejo,
Creo que es un equivoco obviar a la entrañas
y no debe ser proporcional a la expectativa,
de la ausencia, que no se porqué, tejo.  
       

lunes, 2 de enero de 2012

¿Qué es la navidad?


En primer lugar feliz y prospero 2.012 a todos.  Se queman los días igual que las comidas a una velocidad y cantidad excesiva. Asimismo, al igual como pasa con la información en Internet, todo es demasiado volátil. Pasas de la cena de noche buena a la comida de navidad sin darte cuenta. De los regalos del Papa Noel, o el Tió en mi caso, a los reyes magos sin haber disfrutado los primeros. De la fiesta de fin de año a la resaca de volver al trabajo sin abrir los ojos o de la indigestión informativa al vomitivo presente en un instante. Incluso, de la saciedad de la desigualdad al malcomer para dar forma a nuestra silueta. O de las celebraciones por lo divino a la las hostias que nos da la realidad. Además, pasas, dándote cuenta, de la felicidad que da el reunirse con tu familia, al mal rollo que da, el tener que hacerlo con el de tu pareja.
“¿Qué es la navidad?” Me pregunta mi hija. ¡¿Qué puedo decirle?! Únicamente la verdad. “Es, Lluna, la escusa perfecta del sistema capitalista para conseguir que millones de personas, consumiendo, ayuden a esa especie de Dioses, que son los mercados (Nadie sabe ni donde están, ni quienes son, pero si notamos su influencia en nuestras vidas) a enriquecerse un poco más, mientras, nosotros nos seguimos hundiendo en la miseria, pero llenos de regalos, la mayoría inútiles y perecedero.” Al tener tres años, no entiende nada y es, como si la hubiera mentido, sin embargo, yo, me siento mejor conmigo mismo.
Por otro lado, ni vestido de Papa Noel, en estas fechas tan señaladas puede uno manifestarse en Chile durante una protesta estudiantil, sin que los carabineros te detengan sin contemplaciones. Eso ocurrió el pasado día 22 de diciembre, esperemos, que por lo menos lo dejaran libre 48 horas después.