miércoles, 29 de diciembre de 2010

Nunca lo sabré.




En los últimos tiempos llegaba siempre a deshora –el trabajo- decía, y casi nunca, requería amor. A mí, me urgía derrocharlo. Tanto, que una noche oscura decidí ir a esparcirlo, en un cualquier lugar. Con una cualquier mujer. Después de hablar durante bastante rato, de todo lo que no lo hacía con mi pareja, me bajé la bragueta y le pedí, por favor, que se arrodillase. No sé porqué. Quizás para no verle la cara. Quizás, para no sentirme tan adúltero, con esté adulterado amor. Así empecé y así acabé. Vestido. Pero  me sentía igual de humillado que en ese sueño de mí infancia, en el que siempre, al llegar al colegio me daba cuenta, que había olvidado ponerme los pantalones.

Era tarde y volvía hacía casa, humillado, pensé en pasar a recoger mi pareja al trabajo, en destapar su sarta de mentiras. En humillarla, tanto, como me creía yo. Así lo hice. Me senté en la acera, en frente de la puerta, y esperé. Pasaron más de dos horas, cuando decidí irme, aún más degradado y fue entonces, después de dos docenas de pitillos, que ella cruzo esa puerta, a prisas, cansada y alegrándose, gritó: -cariño, gracias por venir-
Dudo, de si un hombre esa noche hizo acampada libre en su tienda o no. Nunca lo sabré.

La cogí del brazo y empecé a cantar…

Y yo que hasta ayer sólo fui un holgazán
Y hoy soy guardián de sus sueños de amor
La quiero a morir...
Puede destrozar todo aquello que ve
Porque ella de un soplo lo vuelve a crear como si nada, como si nada
La quiero a morir...

martes, 28 de diciembre de 2010

Yo también tengo un blog. Sin lucro.




          Nunca tuve un diario. Jamás escribí mí día a día en ningún sitio. Ahora, creo que tampoco lo hago, pero hoy, yo, tengo un blog, éste. Donde aún no se por qué razón, exporto ideas; inventos, mentiras, verdades, recuerdos, sueños, historias imaginadas, palabras, casi todo son palabras. Frases, que a veces, consiguen ser oraciones.  

Escritos públicos, de débito privado. Comentados, por vosotros, cosa que agradezco, aunque sé, que como con todos, sois benévolos. Viajando por un sin fin de blogs, he constatado, a escondidas, que siempre o casi, los comentarios que se dejan por cada post son indulgentes con la literatura, afectuosos con el publicador, afables, generoso y a veces incluso complacientes. La crítica no abunda. Escasea en todo caso. Quizás, porqué como yo, una mayoría es gente, que seguramente jamás, llegará a divulgar una obra con interés para una pluralidad.  Gente, incapaz de criticar algo que saben, con seguridad, que lo que ellos hacen está igual o peor, que lo apostillado. Por eso y por qué es más fácil decidir quedar bien.

Dudo de si la anfibología de este texto sea que me critiquéis. Pero si es vuestro deseo, que puedo hacer yo a parte de borrar el comentario o intentar aprender de vuestro juicio, siempre, que sea constructivo. Sino, lo dicho. En fin, que yo, también tengo un blog. También comento por aquí y por allí y también me comentan (poco pero muy agradecido). Sé que en la inmensa mayoría de blogs los comentarios son alabanzas o elogios demasiadas veces interesados por su reciprocidad. Por eso y por la anónima personalidad de los egos leyentes, creo que todos los comentarios si estuvieran expuestos a intereses serían distintos. Quizás, es por esto mejor, que no haya lucro.  Yo también tengo un blog. Sin lucro.        

lunes, 27 de diciembre de 2010

Las mandarinas.


              En mi cuerpo, a parte de los lunares hay, escondidos, un par de tatuajes. Las mandarinas en invierno, están muy ricas. Aunque frías, para mí, es un placer poder pelarlas impregnando mis manos de su aroma. Pero perecedero, ese olor, se va como se fue el tierno perfume que desprendía mi hija al nacer. Ese que duro a penas unas horas, olía a pan, a pan recién hecho. Inconfundible y creía que inolvidable. Pero recuerdo a que olía, no el olor. Por eso, hay en mi cuerpo un tatuaje con el dibujo de su nombre, escondido, y a veces, se me pierde la vista allí, sin mirar nada, solo recordando. Una sonrisa se dibuja en mi boca. Feliz 2011.       

jueves, 23 de diciembre de 2010

Felices fiestas.

Llegan las fiestas. Ya le tenemos el pie en el cuello a este 2.010 o nos lo tiene él a nosotros. La crisis global ha azotado con fuerza devastadora mí país. Ha conseguido hacer tambalear los pilares de nuestra economía y todos hemos tiritado, algunos incluso, han sido derrumbados. Los fuertes no. La culpa ¿a saber? Se dice que es de las entidades financieras. Pero tiempo hace ya, que han vuelto a los beneficios y a sus propagandas, a los dividendos, gracias a la rentabilidad que consiguen con nuestro dinero, jugándoselo por aquí o por allí. Sin vergüenza, sinvergüenzas.  Mientras lo demás seguimos igual o peor. Luchando para subsistir, con hachazos por todos lados. Intentando frenar la hemorragia, de las heridas que no sanan y supuran, infectadas por una sociedad caprichosa y consumista.
Llega navidad, regalos para todos. Nació nuestro señor. ¡Vaya explicación! Inútil, para mí comprensión. Felices fiestas.        

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Hoy, día internacional de la salud.

martes, 21 de diciembre de 2010

Reloj

Llevo el reloj en la mano izquierda. Hoy he tomado la decisión de ponerlo con la esfera en la parte de debajo de la muñeca. ¿Por qué? No lo sé. Quizás, para no ver tan a menudo como se me ausentan los minutos, de esta mi única vida. La culpa es de las canas. Que ya han encontrado un sitio en mi cabeza, y ganan espacio, igual que lo hace el cemento a la vegetación.

Puedo asegurar, que estos pelos color ceniza, no nos quedan a todos igual que Clooney. Algunos, menos afortunados que él, en varios aspectos, aunque yo, por suerte no duermo con un cerdo, por animal de compañía que se le llame, estos pelos en vez de hacernos más sexys, lo único que consiguen es, hacernos parecer más viejos. Y eso, es realmente jodido. Si dios existe, que no lo afirmo y sí lo dudo, es injusto. Por eso y mil magnánimas –como decía un amigo- razones más.

Por llevarlo ahora como lo llevo, es decir, donde esta la información boca abajo, voy un poco a deshora, he desayunado a las doce y que ese yo a qué hora voy a tener que comer, pero lo que más me preocupa es no saber a que hora tengo (si es que la tengo) mi ración de sexo, aunque no se si eso es por situar el tiempo al revés o por las canas. ¡Cuantas excusas!   

lunes, 20 de diciembre de 2010

Un sentimiento.


En la televisión autonómica de Cataluña, hacen un programa que se llama: “el convidat” (el invitado). Se trata de algo similar a la sombra que hace Juan José Millás en el dominical de El País, pero en formato televisivo. Convive el presentador, un fin de semana, con alguna persona famosa. Esté ultimo programa lo hacía con los Estopa. Durante una parte de la entrevista, le preguntó a José, el mayor de ellos, si aún, después de lo ocurrido, seguía siendo socialista. Él, con sinceridad y medio perplejo, respondió que sí. Que él era socialista, como su abuela, de corazón. Dejaba ver, que por mucho que pase y aunque hayan mal gobernado, esto, para algunos, es un sentimiento, una creencia.

Dudo, de mi confianza hacía los socialistas. No, hacía el socialismo, por arcaico que suene. La igualdad, todavía es una quimera, incluso en justicia, queda trabajo por hacer. Muchos de los socialistas, lo son, porqué fueron los que perdieron; ellos, eran los buenos, los humildes, los más humanitarios, los que creen en las reformas sociales, en la igualdad; de todo y para todos. Como he dicho anteriormente, se es, por sentimiento, por fe incluso. No por poder, ni por sueldo. He aquí la coyuntura. Donde los socialistas dejan el socialismo, y pasan a ser jornaleros de intereses gubernamentales o de oposición ansiosa. Sino, porqué estas prisas para hacer el PSC algo nacionalista, sin democracia interna ni de partido. Olvidando, que quién vota este partido, una inmensa mayoría, lo vota por la S, y no, por la C. Aunque no por ser socialista, debas sentirte menos o más, catalán o catalanista, ni deban hacértelo sentir. La implosión que esta sufriendo el partido tiene que servir para renacer, no para continuar con los mismos muertos vivientes, los mismos cadáveres, intentando morder a los sanos, con su veneno poderoso. Contaminándolos, con la avaricia de poder y dinero, de ver el partido; como un negocio. Debe ser para ellos, un trabajo, no un sueldo. Sino, que diferencia hay con los demás, si gobernando, lo han hecho incluso peor. YES WE CAN (CHANGE). 

Como escribió Miguel Hernández:

Pintada, no vacía. Pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto donde fue llevada con su desierta mesa, con su ruinosa cama. Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su inmensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza.   



          

viernes, 17 de diciembre de 2010

Consumismo.

Tengo varios calcetines de verano, otros de otoño, y unos de invierno. Unas chanclas, unos zapatos, un zapatillas para correr otras para vestir, unas para correr por el bosque, unos botines y unas botas Gore-tex. Media docena de pantalones cortos, media más de tejanos, algunos de hilo, otros de pana y unos para la montaña. Un montón de polos, alguna camisa, más camisetas (casi todas negras), un par de térmicas y como no, también alguna imperio. Jersey negros cinco o seis y tres o cuatro de colores varios. Alguno de lana y alguno cuello alto. Una chaqueta de pana, una de piel, un anorak, un soft shell y algún impermeable. Bufandas y otros atuendos también. Un reloj para el día a día, otro para el domingo y otro para el deporte. Unas ray-ban. Un Mobil.  Un mp3. Un portátil. Un auto. Una moto. Una bici de montaña y otra de carretera. Diferentes obras de arte, de poco valor, ya sean pinturas o esculturas, un sinfín de libros. Algunas telas vacías y otras mal pintadas. Una consola. Y un cúmulo de cosas que me descuido de nombrar.  Lo que no tengo, es si tengo claro, si la culpa es mía o del consumismo. 

martes, 14 de diciembre de 2010

Emborracharse.


Uno, se puede emborrachar por distintas razones y de diferentes formas. Con incomparables alcoholes logras un estado de embriaguez semejante. Curioso. Esa noche decidí, hacerlo a chupitos y con ron.

No sabía donde empezaban mis problemas ni mucho menos, donde terminarían. Parecían infinitos. Y llegar hasta el infinito parece imposible, aunque no sé si lo es. Mientras bebía solo, me dí cuenta que hay dos tipos de hombres. Unos son los que inmediatamente después de tomarse el chupito vuelven a llenar el vaso, los pondríamos llamar: los previsores. Los otros, en los que me encontraba, eran, los que dejan el vaso vació hasta que deciden volver a tomar; los incautos. Intentaba reflexionar, sobre mis problemas y sus soluciones, cuando por obra y gracia del ron, llegué a la cuenta que el único y existente problema era yo.  Lo descubrí al intentar tomar el trigésimo tercer vasito.  Me resultaba imposible llenarlo. Ese pulso traidor no acertaba a meterlo dentro y como beber de la botella es feo, lo dejé allí, como buen incauto. Aprendí la lección. Debía ser del primer grupo, esos, que llenan el vaso nada más terminarlo; de los previsores.  

Uno, se emborracha, la mayoría de veces para olvidar el problema, no para solucionarlo. Hay casi tantas formas de emborracharse como soluciones para un solo problema, lo realmente curioso es encontrar la lucidez en un estado enajenación. A mí me paso, aunque no lo recomiendo.  

lunes, 13 de diciembre de 2010

Tres, a veces, no son multitud.

Hacía ya días que mí chica (¡Qué posesivo!) mejor: la mujer con la que convivo (Qué poco romántico). Es decir, con la que nos aguantamos mutuamente (Demasiado realista). Maldita monogamia. Maldito catolicismo. Maldita moral. En fin, me venía contando con un entusiasmo extraño, la incorporación en su empresa de una maravillosa compañera.  Yo, aguantaba, escuchando con estoicismo, todas las virtudes que en ella brillaban y en mí también, pero por su ausencia.

Incite de forma disimulada a que la invitara a cenar; para conocerla. Una cena magnifica. Divertida, con conversaciones distendidas, alegre, serena y sensata. Una mujer magnifica, en definitiva. Compartíamos opinión. La mía, a parte, seguramente un poco más machista, creía; que estaba buenísima. Y de repente, la iluminación: tres, a veces, no son multitud.  Desde ese mismo instante invertí todo mi esfuerzo, en organizar una salida con el yate de mis padres, un fin de semana. Eso sí; caluroso.  

Y llegó el día, como llegan los higos después de las brevas. Todo lo tenía apunto. El barco, el aperitivo, una cena exquisita con un buen vino, un postre con fresas y nata y un par de botellas de champán, frías, casi demasiado. Las lleve a una cala cercana, tiré el ancla y dispuse la jugada. El anzuelo estaba en la pecera. Solo yo, sospechaba como acabaría la noche. Por fin, cumpliría mi sueño, y el de la mayoría de los hombres.

Cuatros horas después y cinco botellas de champán, tres de ellas a temperatura ambiente, es decir, calientes, me encontraba totalmente borracho en el camarote. Parecía, el de los hermanos Marx. Pero yo, no levantaba cabeza. Y como la brisa entra en la playa, el romanticismo o el erotismo entro en nosotros. Ellas, se empezaron a besar yo, intentaba introducir alguna mano en medio, pero me apartaban, estaba casi no nocaut por lo bebido y me tiraron de la cama. La cuenta llegó a diez y continuaron sin mí.

Descubrí, que a veces, tres es multitud. Desde entonces, ellas son dos y yo uno.             

Sin argumento.

Tu ruido es para mí.
Conclusión sin argumento.
Para ti es mi sonido.
Consecuencia de razonamiento.

Deducción de resultado.
Calculo de presunción.
Inocencia edulcorada.
Diplomacia de las almas.

Aliento de cadáver.
Calavera con peluca.
Maquillado el haber.
Grasiento y putrefacto.

Falacia de mi pasado.
Calumnia del pecado.
Cuchara de sal gorda.
Montón de estiércol.
Motel del desamor.
Cierto muerto sin lapida.
Rápida autopsia al cuerpo.
Burdel del dolor.

Tu sonido sin argumento.
Mi ruido con razonamiento.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Los cables.

¿Quién sabe lo que son los cables? De allí, salen verdades como puños. Verdades, que los ciudadanos llanos, leemos un día tras otro, sin acordarnos casi, de lo que decían una semana atrás. Hoy: Que si tilda, la ministra de exteriores, a Chávez de “payaso” (vaya lumbreras, por la ocurrencia digo) o Moratinos dice, que Morales es un ignorante (otro gran pensador). Quién sabe qué dirán mañana. Pensamientos públicos, de gobiernos, llenos de secretos, ahora destapados.

Seguramente, lo dicho, si preguntáramos por la calle, que es lo que más ha sorprendido de estas conversaciones destapadas, no se preguntarían ni siquiera, que toda esta información, salga de unos cables. ¿Quién sabe lo que son los cables? Esas fuentes de verosimilitudes y que ese valiente ya encarcelado, ha dejado fluir. Sin que arrastren en contra de lo que a mí me parecía, mucho lodo (por no decir mierda).

Somos marionetas de carne. Sin hilos visibles pero con cadenas invisibles. Victimas de una sociedad que como en el salón de nuestro hogar, lo disponemos todo, solo, para que ya sea el televisor o el fútbol, nos distraiga de las ataduras, que por mentiras de sarnosos creamos necesarias, para disfrutar del estado de bien estar. Tragamos tanta información basura o no, que no tenemos tiempo, de digerirla. En seguida la cagamos, olvidándonos de ella, mientras se va retrete abajo, o por suerte reciclada, quién sabe donde. Por esto, casi siempre, la sangre no llega al río. Cuando debería llegar al océano, teñidlo.      

lunes, 6 de diciembre de 2010

Destino.

¿Mi destino eras tú?
¿O era yo tu camino?
¿Somos un viaje?
¿O en este mundo un enclave?
¿Somos nada?
¿O es la estada?
Pensamientos, impulsos...
Envites de los vientos.
¿Tenemos un destino?
¿O tenemos dos?
Es el tuyo.
Es el mío.
¿O no es nuestro?
Ostentación invisible.
Permisible deliberación.
Ruta puta algo pura,
A la verdad engañosa y dura.
Vergonzosa cruz; axioma y falacia.
Anestesia; esta vida mía.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Marchar.

Y te fuiste.
Como se va la brisa.
Como se va el olor.
Como se va la vida. 

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Y quién sabe.


Esta es una fotografía de Richard Avedon. Por título: Stephanie Seymour, Model, New York City, 1992. Qué salió a la venta para sufragar la fundación Avedon.
No sabemos, si el señor que está inclinado leyendo el cartel indicativo, se sacó el abrigo antes o justo al llegar a esa foto. Torcido un poco hacía adelante, observa por encima de sus lentes las palabras justas que dan nombre a esta obra de arte. Debe ser, que las gafas no son progresivas y prefiere forzar un poco su cansada vista, antes, de perder tiempo cambiando de gafas. Estar demasiado rato fijándose en este trabajo, sería, sospechoso para los demás visitantes. El cuadro hace de espejo y vemos, que el señor va solo, eso empeora las desconfianzas. Por la sombra de la pared, descubrimos, que se  refriega la yema de los dedos, como si estuviera cavilando algo ¿Un anhelo? ¿Una quimera? ¿Un ratito con esta modelo? Quizás, a saber. Puede, que no conozca el idioma y procure, entender el cartel. El hombre por sus atuendos, parece, de clase alta, de unos cincuenta y tantos o sesenta y pocos, banquero, senador o gerente de una multinacional. Alguien lejos de casa, que no sabe qué hacer con esas horas entre el fin de la jornada laboral y la cena. Una persona que seguramente, el único cartel que ha leído en toda la exposición, sea este. Sorprendido, como yo, por como la modelo se levanta la falda, llevando un vestido tan transparente. Realmente bella, blanca como de seda y ciertamente definida de mujer. Con un fondo, que a ciencia cierta, si no volvieses a mirar no recordarías, si en él, había algo, era liso, blanco, negro o gris. Es gris y liso. Como su mirada. Como los cuadros que en ella se reflejan, y que a nadie, por lo que se ve, interesan. Y mientras, el hombre, sigue allí, como estudiando el nombre, por si al salir y por fortuna del destino, se cruzara con ella en el ascensor, y él, pudiera, en tono seductor llamarla por su nombre, invitándola a cenar. Y Quién sabe. 

Deshabitado.

Me dejado abatir por ese lugar.
En el cual nosotros dos,
Cruzábamos las horas.
Rincón  privado de nuestra ciudad.

Te he vuelto a extrañar de nuevo.
Despojado del escondite donde te dije:
Lo tanto que te quería,
Lo tanto que te quiero.

Y me siento solo y abandonado.
Pensando lo que pudo ser y no fue.
Añorado de esos tiempos pasados.

Dejo caer una lágrima, verdaderamente salada.
Sollozo sabiendo que los duros no lloran.
Blando yo, una gota una pizca, me gana.
¿Quién sabe, afortunado, donde discurrirás?

El tiempo me ha cambiado.
Aunque ya encadenado procuro,
Olvidar el equipaje pesado.
Tus labios, tus besos, mi pasado.

Sentado en corro, al lado de un abuelo solo,
Observo el futuro a los ojos.
Y regalo mi vida a la muerte; deshabitado. 

lunes, 29 de noviembre de 2010

jueves, 25 de noviembre de 2010

Soy tuyo.

Una melena rubia ondulaba al viento. Era mía. Volvía a ser mujer. Supuse, que debía estar soñando. Me dejé llevar.

Vestía con una falda estampada, un top rojo en el que se permitía un estupendo canalillo. Calzaba, unas chanclas y un turbante obligaba a mí pelo a volar hacía atrás. Debía ser verano. Andaba al lado del mar. Deba la mano a un hombre. Paseábamos como lo hacen los enamorados. Casi sin decirnos nada. Y al mirarlo me dí cuenta que el hombre también era yo. O por lo menos, era alguien con mi físico. Intente conversar para descubrir si lo era realmente o no. De normal hablo poco, en esa ocasión no dije nada. Solo era como una sombra en tres dimensiones y color.  Así, no podía saber si era o no yo.

Desde mí cuerpo de mujer, maquiné diferentes opciones para descubrir si verdaderamente lo era. Pregunté si veríamos el Tour esa tarde. No hubo respuesta. Si nos bañaríamos en la playa al anochecer. Tampoco. A mí disgusto le propuse sexo. I por suerte, ignoro  ignore, la propuesta. No es que se me acabarán las ideas, sino la paciencia. Por eso me despreocupe de seguir probándolo. Seguí andando a su lado por ver si descubría algo más sobre mí. ¡Qué sentimiento tan extraño este de ser mío! Normalmente, soy tuyo.    

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mí Olivo.

Verde olivo.
Al tiempo imponente.
Olivo viejo.

De raíces fuertes
Umbral de vida.
Fuente de verde.

En tus dobladas ramas.
Gratificas el jornal.
Concedes aceitunas.

Para el sustento usual.
Rural de formas.
Agradecido habitual.

Tradicional balanceas,
Por el viento de poniente.
De tronco corto; mecenas.

Canosa tu flor florece,
Valedor de los humildes,
En ramitos auxiliares.

Y con tus hojas lustrosas y verdes,
Cobijas con tu sombra.
Blanquecinas por el envés.

Verde olivo. Al tiempo imponente.
Olivo viejo. De raíces fuertes
Umbral de vida. Fuente de verde.

lunes, 22 de noviembre de 2010

La sombra.

La paranoia se ha apoderado de mí. Me veo como el más atroz de mis enemigos. Mi cuerpo no es adversario feroz, tampoco mi fuerza ni mi destreza. En la pared se dibuja una sombra. Delgada y larga. Ella es quién se ha llevado la cordura que tanto añoro.  Me apena verla allí, la cordura, encarcelada en la oscuridad de la claridad. Está inmóvil, clavada en la pared, como Jesús en la cruz o como un cuadro. Aunque yo me mueva, ella, sigue allí. Ignora mis movimientos, igual que yo, la ignoraba a ella hasta ahora. Si extravío la sombra pierdo la sensatez por esto, sigo aquí estático. ¿Cómo se puede olvidar una sombra o el juicio? ¡Maldito intelecto! Todo, me parecen axiomas. Incluso, haber perdido la sombra ¿O era el juicio? Me quedo quieto. Mirándola fijamente. Intento hacerla encajar en mí, o yo en ella. Procuro hacerle recordar. ¿Cómo se hace recordar a una sombra? Sino buscando quedar bien, en su retablo. Aunque siempre había creído, que era yo el altar y ella; el retablo. Pero da tantas vueltas la vida ¡Ahhh!
Mi peor enemigo es mi pensamiento. Lo tengo claro, pero: ¿Por qué? Os lo contaré. Sólo, porque creo que es bienhechor, cándido, he incluso piadoso. Piadoso de mí mismo. Y no lo es. Es como esa sombra egoísta y ruin. Que me repudia después que yo, le enseñara mundo. O quizás fuera el juicio, después que yo, le enseñara la sana razón. Pero lo único que desconozco, es como luchar contra mi sombra. De momento, apagaré la luz.   

sábado, 20 de noviembre de 2010

Fortuna.

A veces, la diosa fortuna te sonríe y no te das cuenta. 
Ayer, andando por la calle, me crucé con un antiguo amor de juventud. De esos, que son quimera. Por su belleza y mí poca calidad de seductor lo nuestro (no compartimos ni salutaciones casi, pero qué bien suena, o sonaba) era imposible. 
Ayer, al verla, descubrí, que tiempo atrás la diosa fortuna me había sonreído. Todo lo que yo no he mejorado, ella, lo ha empeorado.        

jueves, 18 de noviembre de 2010

Crucifijo.

Siempre pienso que la culpa fue del cha cha cha. Pero la mayoría de veces, no es así. En la cruz que me cayó en la cabeza estaba Jesucristo y me la dejo echa un cristo (valga la redundancia). Me abrió la cabeza, con un tajo profundo y ancho, la ropa se mancho de sangre y casi me desmayo. Como soy ateo me tuve que buscar a alguien para echarle las culpas. Como les pasa ahora a los del PP con el súper video juego ese. Sino, lo hubiera tenido claro: ¡Dios me esta castigando!  Pero no pude hacerlo. Por eso, al ver al cura, le pregunté haber que tal le sentaban las ostias a él. Dijo; -Que bien, que nunca le habían dado una indisposición. -Pues esta te va a sentar como un tiro. Le aseguré. Con el puño cerrado, le golpeé la nariz, como el crucifijo me había golpeado a mí; con toda la mala leche. El hombre cayó noqueado. Y mientras me marchaba, le grité: - Donde las dan las toman. Y si no sabes hacer de carpintero,  pide ayuda divina, así no tendrás que pagar con tu nariz rota, las dudas de mi fe. Porqué, la verdad es, que me hizo eso pensar en que si realmente fue dios quien me había castigado por algo. Pero después de la quinta cerveza en la tasca con los amigos lo tuve claro. ¿Cómo es posible que si dios existe, el cura recibiera el castigo? –Por ser mal carpintero. Alego un amigo. Lo único claro que teníamos, es como dice Puigcercós, que Dios, nunca paga nada. Ni para bien, ni para mal. Y los clérigos, pocas veces. 

viernes, 12 de noviembre de 2010

Vivir.

Vivimos. Solo eso: vivimos. Que no es poco. Vivimos despreocupados de demasiadas cosas. Pero vivimos felicites o lo intentamos. Quizás, sea por eso. Si nos preocupáramos del sin fin de problemas que hay en el mundo, seguramente, no podríamos ni dormir. Ya no hablar, de las hinchadas de comer que nos pegamos. Vivimos dentro nuestro pequeño entorno. Los problemas del barrio y poco más. Nos prohibimos, de ver más allá. ¿Para qué? ¿Quién quiere ver lo que pasa a lo lejos?

Nos toca los cojones, a los ateos, que venga, a gastos pagados que no son pocos, el papa, jefe de uno de los estados más totalitarios del mundo, aquí, a dar a borbotones, lecciones de moralidad. Pero solo eso: nos toca los cojones. Al fin y al cabo, vivimos bien, qué más podemos desear.

Si en el Sahara, Marruecos, pasa por encima de la población igual que lo hace con las jaimas. Qué más nos da. Si trabajo tenemos nosotros con nuestros derechos. Qué más nos da si matan alguno. No nos preocupa si en el quinto el marido mata a su mujer y son los vecinos, nos preocupará ese pueblo, que regalamos o casi, a Marruecos. Si solo hubiera arena, aquí, no habría levantado la voz, ni dios. Ni Marruecos se molestaría en prohibirles la independencia. Lo que pasa que allí, en ese pueblo abandonado hay materias primas en abundancia, y por eso, ahora, todo son guerras. ¿Qué vale una vida humana?  Para mi no tiene precio, para otros nada. Será cuestión de fe. Vivir, es lo único que tenemos.    

miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Bailas?

Grita, chilla; Chiquilla.
Baila, dispara la pelvis.
Sin permiso divino.
Escucha, sueña; es Elvis.
Somos tú y yo.
Qué nos importa el problema y la solución.
Existimos; tú y yo.
Empezamos a escribir yo de ti y tú de mí,
 lo que parece un buen guión.
Chilla, grita, baila y canta chiquilla.
Que desde este nuestro comedor,
El mundo empieza a titubearse a nuestro alrededor.
Tu eres la dueña y yo el señor.
¡Y no llores, sino es de alegría!
Que te lo prometo vida mía:
Everything's gonna be all right.
Everything's gonna be all right.
Everything's gonna be all right.
Maquillaremos el hábito,
Con el sabor de nuestro espíritu.
Costumbres irracionales, animales y salvajes.
De fieras extravagantes, como si siempre,
Fuera mañana sábado y hoy; viernes.
Noche. Pero te miro y no sé.
Si se gasta la felicidad

ADRIANA VARELA - CON LA FRENTE MARCHITA

Viejo.

Te vas dando cuenta que te haces mayor porqué ves, que la gente que gobernaba tu vida se va muriendo. Pierdes las brújulas que te ayudan en el camino y debes, empezar a tomar tú las decisiones, en demasiadas ocasiones; erróneas.
Comienzas a dar consejos, a predicar con lo que antes de joven, no hacías: No vuelvas tardé, no corras…  Las canas empiezan a invadir el pelo moreno, ganándole terreno sin piedad, peor aún si lo pierdes. El cofre de los recuerdos se llena aún siendo infinito. Y cada vez te ríes menos, o no. La vejez asoma al final de la calle y llegará, si no la atropellan a ella, o a nosotros. Por eso debemos saborear cada segundo, porqué como aquél bonito primer amor, se irá para no volver.
En el camino de la vida, me gustaría hacerme una casita, para vivir el ahora siempre, pero al final, que aburrido sería. No ver como aprende todos lo días, como me empuja hacía delante, con fuerza y empeño. Como cambia y evoluciona. Dejándome a mí como el radio; anticuado. Y lo íntimo va quedando cada vez más, en uno mismo.     

viernes, 5 de noviembre de 2010

El pan.



Esta pintura de Dalí, ¿Por qué? Porqué es real. Tiene la dificultad de la existencia. Exageradas veces erramos en la creencia que la extraversión debe ser algo transformador. Y a menudo, nada clásico. El creador, puede en casos como este, manifestar en un cuadro tan arduo en su plasmación, la imposibilitad de conseguirlo; un cualquiera. Torpes mortales. Porqué aquí, es donde quería llegar. La mayoría de la masa, somos, sólo eso: Torpes mortales. Llenos de imperfecciones y cargados de vicios maliciosos, egoístas, que nos hacen presumir a fuerza de la derivación de nuestra naturaleza, olvidando la esencia de la especie. Para demoler, arruinar, devastar, territorios sembrados con los dogmas de la humanidad.

«Y tomando pan, dio gracias, lo partió y se lo dio
Diciendo: —Esto es mi cuerpo, que es entregado por
Vosotros. Haced esto en memoria mía»

Esto es pan. Sólo pan para algunos, algo tan vital para otros, que extrañan periódicamente. No me corresponde a mí, hacer diariamente memoria de un dios en el qué no creo, lo que si nos corresponde a todos, es, recordar que algo tan básico como el pan en muchos lugares es un lujo, del que carecen. Porqué esto, es real. Es, la dificultad de la existencia, que aun no hemos sabido remediar.    

jueves, 4 de noviembre de 2010

De una aguja de toque a una de verdugo.

De una Aguja de bitácora,
tapia que se izo con el tapial,
olvidando el cuaderno de bitácora.
De una aguja de enjalmar,
un tabique creció entre dos huecos,
ensalmadores de rotos huesos.
De un aguja astática,
sin equilibrio un panel,
pareció algo estático.
De una aguja capotera,
para una tela delicada,
descose lo cosido con olvido.
No sirve ni de aguja colchonera.
De una aguja de fogón,
para cebar el cañón,
se rompe la razón.
De una aguja gancho,
para labores de punto,
estrecho el desgarro.
De una aguja de toque,
rompe la pureza del oro,
De una aguja de verdugo. 
De una aguja de hilo, 
que perdió el hilo,
y se pudo liar.

Puntí.


Apresúrate. Que no queda tiempo,
El trabajo se nos va acumular,
Y aunque fuéramos eternos,
Nos faltaría tiempo...
 para podernos amar.





Y aunque nos fueran a registrar,
no encontrarían un segundo de más.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Las consecuencias de las confesiones. La propiedad privada y otras razones.

No creo que en España, podamos encontrar ahora mismo, a más de unos veinticinco asesinos en potencia (Porqué es noviembre). Pero esta tesis se rompe, cada año, el treinta y uno de diciembre. En la última década, no ha habido ningún año, con menos de 50 mujeres muertas en manos de su pareja. La mayoría y según sus declaraciones, utilizan, el “la mate porqué era mía”. Trágica frase de la propiedad privada. Así pues, hay en España, cada año, más de cincuenta y sesenta asesinos potenciales. Mis creencias son demasiado benévolas.  

Estoy casada, por lo civil, pero casado. Puedo asegurar, que durante mi boda y escuché atentamente, no sentí decir a quien nos caso, que esa chica con la que me iba a casar pasaba a ser de mi propiedad, ni quedara bajo mi dominio, ni nada parecido. No era un cura, pero supongo, que debía tener un poco de autoridad para poder realizar ese acto. Vaya a ser lo mismo, que mi mujer no es mía y suerte tengo que me aguante; que mis contras tengo. Esto de la propiedad privada nos ha hecho confundirnos en demasiadas ocasiones, El patio de delante de mí casa no es mío, es del pueblo. Mi mujer tampoco, tiene autonomía. Ni mi padre ni mi madre. Ni su amor. Y muchas veces el mío, tampoco me pertenece.

Si nos engañamos en tantas ocasiones en eso de la propiedad privada; en personas, territorios y riquezas, es, sin duda, porqué nos conviene e interesa hacerlo. ¿Cómo sino, después de dos años de gobierno de Obama el Tea Party, saca los resultados que ha sacado? ¿Por qué el nacionalismo crece en todas partes mientras el mundo se globaliza? ¿Y el racismo, ahora que la crisis azota a los países ricos, con los pobres ya lo hacía, vuelve como vuelven las dificultades para todos? Y las razones que nos hacen actuar de esta forma y con estas hechuras, son solo porqué en el mundo hay quien se deja gobernar más así mismo por el egoísmo que por la humanidad. Aquí y en la china.   

viernes, 29 de octubre de 2010

Músculos.

Estaba, mi hijo, estudiando los músculos del cuerpo. El bíceps, el pectoral mayor, el serrato mayor, el sartorio, el cuadriceps. El trapecio, el tríceps, el cuadriceps, el tibial anterior e incluso hay uno el cuál se llama: esternocleideomastoideo.

Cuando sin pensarlo me pregunta a ver si el corazón, es también, un músculo. Yo, con la lección aprendida le contesto que no, que es un órgano, muscular, pero un órgano al fin y al cabo. Como el hígado o el páncreas. Y él, me mira triste preguntándome, como puede hacerlo para conseguir una rápida recuperación, pues se lo han lesionado. Después del susto inicial, me doy cuenta que lo que le debo decir es, que se vuelva enamorar. Y él, me vuelve a preguntar, pero ahora, me pide; ¿Qué es el amor?     

lunes, 25 de octubre de 2010

Nunca, me pago unos zapatos.

Amanecía. El caos de una madrugada extraña dominaba a los vecinos; en rebaño en la escalera. Pacían una orden. Yacían en el rellano como espera el moribundo su verdugo. En el silencio extraño que ofrece la masa. Pude escuchar algún llanto vergonzoso al llegar.


El presidente del bloque se apresuró en contarme que había un incendio en la primera planta. Qué no sabían las dimensiones y que desconocían el estado de las personas que allí vivían. Qué él, había sido quien dio la orden de no moverse nadie del descanso. Y qué por eso, estaban todos esperando nuevas coordenadas, según él, yo, debía hacer igual. Erraba.

Para su suerte y la de los demás, incluido, el chulo piscinas del segundo A que intentaba, en esas circunstancias, ligar con la vecina casada del quinto C. Nunca, he sido de creer o someterme sólo, para no tener que pensar. Seguramente por eso y porqué la muerte no la avisto con miedo, no creo en dios. A ellos, los tuve que salvar yo. Por dios, aún estarían asándose en ese rellano.

Por dios, en Valencia con la visita del Papa, nos robaron a todos un raudal de dinero y sobre todo a ellos; los valencianos. Por no tener que pensar, han creído y se han sometido a esos finos caudillos y nadie (o casi) ha dicho nada. Esperemos que aquí, en Barcelona, no pase lo mismo. Bienvenido obispo de Roma, porqué claro está, que mi papa no es. Nunca, me pago unos zapatos.

jueves, 21 de octubre de 2010

"VOLVER"




Es, casi, innumerable el sinfín de publicaciones diarias que uno puede encontrar en Internet. Es, seguramente, imposible, poder seguir todas ellas. Por eso, y porqué en la vida a veces, hay prioridades, mis publicaciones van a disminuir en cantidad y espero, que mejoren en calidad.

Necesito, este mí tiempo. Para gastarlo en lo que ahora me conviene, necesito, todo mi empeño en otras tareas. Por eso me despido por un tiempo indefinido. Bajo el talón, esperando, no tardar mucho en poder volver a subirlo. Mientras si puedo, iré guardando escritos de débito en el zurrón.

A los lectores conocidos no más, que agradeceros las lecturas y los comentarios. A los invisible; gracias.  Y a todos, hasta pronto. Espero volver.    

miércoles, 20 de octubre de 2010

Destruir o crear.

Una asociación paga, a drogadictos y alcohólicos, unos dólares, ahora ya, también euros, para dejarlos estériles. No quieren que esa gente se pueda reproducir. Infértiles para siempre. ¡Qué más da si logran vencer la adicción! Ya será tarde. Como no puede ser de otra forma, esta asociación, procede de EEUU. El país de la libertad.  

Lo que no entiendo yo, es porqué en esa paga tan necesitada para los yonkis, en vez de prohibirles reproducirse, no les obligan a tomarse una sobre dosis y ya matan dos pájaros de un tiro, nunca mejor dicho.  Así se ahorran aún más dinerito, y limpian las calles de seres despreciables. Con lo difícil y costosos que son los centros de desintoxicación, lo duro que resulta para los voluntarios y el favor que hacen a la sociedad quizás, se llevarán algún premio Nobel. No sé cuál, pero alguno seguro.

En las imágenes retransmitidas por televisión, se podía ver a una señora obesa, repartiendo dinero a esos pobres necesitados, condicionándoles. Alegaba, a quién la criticaba; que si alguien estaba en contra de sus hechos, ese alguien, adoptara el hijo de los drogadictos. Como todos, siempre según ella, somos unos egoístas, nadie, quería esa adopción. Mentiras y difamaciones. Para no solucionar nada.

Si yo, un día, acudiera a mí imaginación maligna y creyera que no debe haber en este mundo hijo de obesos, porqué pueden sufrir del los mismos síntomas que sus progenitores, a la primera que dejaría estéril, ya os podéis suponer quien sería. En definitiva; pudiendo destruir, cualquiera crea.  

Johnny Cash- (Ghost Riders) In the Sky

martes, 19 de octubre de 2010

Mis botas.

Llevaba cinco años con esas gafas de sol; Ray Ban Wayfarer, que ahora se han puesto tanto de moda y justo, cuando las empieza a lucir todo el mundo, va a mí y me las roban ¡Joder! No tuve ni valor, ni economía, para pagar lo que valen ahora. Pero tanto me gustaban que me las regalaron de nuevo. Todas negras. Como estas.

Hoy, día frío, aunque soleado, me he puesto las susodichas, el volumen del CD casi al tope  y he salido a vacilar por mi ciudad. Rock & Roll. La juventud se ha ido despojando de mí llevándose, esos falsos momentos de rock Star. Donde tarareaba canciones que siempre, me hubiera gustado escribir a mí. La gente, supongo, debe creer que lo mío a parte de ridículo empieza a ser ya preocupante; no es normal esto a las cuatro de la tarde. Antes, mucho antes, lo hacía a las cuatro de la madrugada. Pero se pongan como se pongan, a veces tengo que matar el gusanillo que hay dentro de mi llamado: ironía. Por eso, al cruzarme con uno de esos chavales ya crecidos los que se autodenominan antisistema, he parado, bajado la ventanilla y preguntado, serio: Si le había faltado dinero al ir al peluquero y por eso, esa parte trasera sucia y larga, no la había cortado. Ha respondido, medio cabreado, que si tenía algún problema.
      - A parte, de los habituales ¿podría tener alguno más? He insinuado yo.
      - No me chulees, ha chillado.
He sonreído. I le preguntado: - A ver si me iba a sacar de la riñonera una pipa.
-          No me hace falta. Puedo sin ella. ¿Lo quieres comprobar?
He estacionado el coche, bajado, lo he mirado de arriba a bajo ¡Qué botijo! Me va a pegar dos ostias, he pensado, y le he comentado que tenía suerte de llevar chándal.
-          Empieza a correr y que no te vuelva a ver por aquí. Le he tenido que aconsejar.
-          ¡Que miedo! Me das pena.

Allí, acababa de perder la partida. Me ha dado trabajo coger una de sus chirucas y metérsela por el culo. Pero lo he hecho. Y lo he hecho; para no ensuciar mis botas.    

     

lunes, 18 de octubre de 2010

Gallina.

Como la noche sin el día. O como el día sin la noche. Perdí el instinto de llorar y con él, se me fue la alegría. No recuerdo mi última lágrima derramada. Ni mí postrera sonrisa regalada. Como el amor sin el dolor. O el dolor sin amor. Malgasté el tiempo del querer cuando coexistía con el poder. Y ahora, que quiero querer, no puedo poder. Merezco lo perdido. Y pierdo lo merecido. Junto al tiempo me pudro, como se pudre una manzana. Marchitamiento maldito, de años y daños, de piel; ajar. Queja absurda, burda queja, infructuosa queja, queja baldía. Muere amor, vive dolor, sin alegría ni llanto. ¿Merezco eso? o ¿Eso merezco? Pájaro sin buenas alas, sin vuelo, sin vida; Gallina. 

jueves, 14 de octubre de 2010

Al conejo.

-Mira como corre el conejo.
-¡Se nos va a escapar!
-No lo creas, puedo ser muy rápido si lo pretendo.
-¡Se nos va escapar!
-¡Coño! Calla y corre.
-Se nos esta escapando.
-¡A ti, hace rato que se te escapo, ya!
- Sí, pero a ti, también se te esta escapando.
-¡Qué coñazo tener que correr detrás de un conejo, contigo al lado!
-Creo que ya se te escapo.
-¡Joder! Por tu culpa, que no callas, no paras de dar el tostón durante toda la cacería.
-Como voy a callar si soy tú conciencia y vas de mierda hasta las cejas. ¡No alcanzarías un conejo de esos, ni en la mansión Playboy!    

miércoles, 13 de octubre de 2010

A los mineros.

¡Fiesta mundial! El rescate de los mineros chilenos es un hecho, seguido por millones de personas. ¡Qué barbaridad! Debemos buscar esa dosis de esperanza, que ha todos nos manca.

¿Qué pensaran esas personas cuando al salir del infierno vean la realidad que asoma? Seguramente les quemara más, que el tiempo que han estado allí abajo.  Así pues este parto de la tierra, para muchos de ellos, será un sin vivir. Esperemos, que sepan, como han sabido hasta ahora estando en esa pesadilla, sobrellevarlo. Fuerza y ánimos.   
A la vez.
Y a veces, cuantas veces.
Las cenizas mías.
Del cuerpo absuelto.
De un tiempo abstracto.
Y las semillas, tuyas.
Luz desdar de tropezar.
Huir de ti y de mí.
A la vez.
Y a veces cuantas veces.
Para poder evadir.
Preguntas, respuestas.
Respuesta, pregunta.
Desertadas por miradas.
De ojos abandonados.
Escurridos y escurridizos.
De tiempo mío.
Del tuyo perdido.
A la vez.
Y a veces, cuantas veces.
Hallo tallo nuevo.
Verde intenso.
De intenso verde.
Con olor esperanza.
Bonito y vivo ello.
Y abraza como puente.
Entre tu tristeza y la mía.
A la vez.
Y a veces, demasiadas veces.
Te extraño;
Alegría.

martes, 12 de octubre de 2010

Ull per ull . Adrià Puntí


Perdo la por però em tremola el pols.

qüestió d orgull
m´aixeco i no puc,
un bon trau just al mig del cervell,ull per ull, dent per dent,
qui sap si tots som mecs Comissari a sou, no hi haurà ni un pam de netcauen guspires,
plou però no et mulles,
potser no et cal sopluig,un déu fent virolles,
qui no plora ni mama ni beu.
Ull per ull, dent per dent,
qui sap si tots som mecs comissari a sou,
no hi ha ni un pam de net mmmmm,
no hi haurà un pam de net, no hi haurà un pam de net.
Cops de puny,ulls de vellut, guerra de botonets,
per orgull tu ets sents sol,
no vindrà d´un pam,
per orgull tu et sents sol no faràs el net mai.
Fora complexes,
prou de modèsties,no et caldrà fer-te el granmala memòria,
falses històries d´un nen d´abans.
rau la por la sang et cou llàgrimes plorant,
des de sempre has estat un cocodril merdós.
que et duri que et duri, que et duri..........
la bona sort
que et duri, que et duri, que et duri........
La gent mirant tots embadalits, tu ets sents sol,
ningú fa un pas,
escallolit mirant,
no et mouràs ni un pam,sense moure el nas.

CoMe As YoU ArE - NirvAnA (unplugged)

domingo, 10 de octubre de 2010

Las llaves.

Me comentaba en el trabajo, un compañero, que había perdido el gozo igual como se pierden las llaves de casa. No sabía ni cuando, ni donde, ni porqué. Mientras lo escuchaba atentamente, hablar de sus desastres familiar-sexuales, iba, cavilando, el sobre que haría yo si perdiera las llaves o el gozo.

Supongo, que mi primera opción moralmente correcta sería, llamar a ver si esta mi mujer. Si ella abre, entrar y punto. Si no, las posibilidades son infinitas, casi tantas, como imaginaciones nunca echas realidad. Probar en casa la vecina. Buscar un motel. Esa prima de mi mujer que vive, sola, unas calles más abajo. Un bar donde emborracharse lleno de veteranas. Conducir hasta no sé dónde. O dormir en el coche. Eso en el caso de las llaves. Para el gozo, me sería, por mi timidez, mucho más difícil.

Él, el compañero, seguía contando que a veces llegaba a casa con ganas de acostarse con la vecina, la del primero, casada con un policía (Mala idea pensaba yo). Y creía que con esa excusa le sería más fácil el entrar y encontrar el gozo, que como las llaves, había perdido. Pero siempre al plantarse enfrente del timbre de su casa, acababa sometido a la rutina. Entregado a un cuerpo con desgana, que no le ayudaba a encontrar las llaves. Y tampoco le permitía, salir a buscar fuera. En los días que transcurrieron desde que aún vive la esperanza de encontrarlas o hacerse una copia, él, halló el gozo. Y olvidó, hacer la copia y buscar más.

viernes, 8 de octubre de 2010

La paloma.


Llegar a casa y ver, que un hombre más guapo, alto, robusto y elegante que tu, te está haciendo ese trabajo que tenías tantas ganas de hacer, debe ser jodido. Pero llegar y ver, que lo que te ha quitado el puesto es una paloma, por muy mensajera que sea, debe ser bochornoso. 

La naturaleza, no es reciclable.


Esta imagen, bien vale, un sitio en mi blog.

jueves, 7 de octubre de 2010

Presente.


Confesiones, detrás de la maleza,
Confiesa ella sus sensaciones,
Preocupaciones para él; tristeza.

Demasiado amor, siendo tan jóvenes,
Diferentes clases, dolor, en los dos,
Desenfrenado querer y sin pudor; puedes.

Cuento viejo, rancio, de color pálido,
Contemporáneo, moderno y vigente.
Cuento eterno y sincero. De amor verdadero.

Porqué no siempre, lo correcto es lo solemne,
Y aunque imponente, vivir es concurrente.
Tiempo tuyo y mío, este dulce presente.  

¿Quién quiere ser portero?

A cierta edad, es bueno empezar a hacer algún deporte. Yo, como muchos, entre los cuatro y cinco años empecé a jugar a futbol. Debía ser por mi cara de tonto o mi poco sentido del miedo que en seguida, me pusieron debajo los palos.

Los demás, durante casi todo el rato, se lo pasaban bomba. Cuando no atacaban, defendían y sino descansaban. Mientras, yo, pasaba los partidos, viendo venir balones por alto, que con mi alzada por aquél entonces, no llegaba casi ni a ver. Y las pocas paradas que conseguía en ocasiones caprichosas, de pelotas blandas y rasas eran aplaudidas por todos, al estilo mayor, como si estuviera consiguiendo palomitas extraordinarias. Me costo casi dos temporadas darme cuenta que esos aplausos, eran solo cariñosos por parte de mis padres. Para el resto, mal intencionados, les servían para sembrar mi ego de portero y a si, seguir estando durante todo el encuentro allí muerto de asco, pero con el orgullo bien ancho, ocupando ese lugar que nadie quería ocupar, y que ningún padre quería para su hijo. Aquella temporada me puse de delantero.

En el socialismo español, pasa como en las categorías inferiores de futbol. Pocos que aplauden ya a Zapatero, es por cariño. La mayoría lo hacen, porqué el varapalo (me gusta la sonoridad de esta palabra) que va haber en las próximas elecciones se lo lleve él.  Y en mi opinión, mejor que se así, quemar dos naves, también sabe mal. Porqué los balones hace tiempo ya, que le pasan muy por encima.     

martes, 5 de octubre de 2010

Partido: Sin miedo.




El presidente de Bolivia recibió un golpe en la rodilla de los testículos del jugador, que en este video, se ve, como cae al suelo. Sólo así, se explica como es que después del partido, las autoridades de ese país lo buscaran para encerrarlo, por pegar al presidente. El susodicho (me encanta esta palabra, me suena; como entre persona y animal) pudo escapar gracias al alcalde. Al día siguiente del encuentro, tampoco fue a trabajar por las mismas razones. Jugaban un partido el equipo del Evo Morales contra los miembros de la alcaldía de no sé que pueblo, y hubo tangana, el presidente por esta acción tan poco deportiva solo le cayó una tarjeta amarilla. Al otro, expulsado y penitencia eterna. Lo más curioso del caso, pasa por el grupo en el qué milita el faltón. Partido: Sin miedo.    

viernes, 1 de octubre de 2010

Basta ya de desilusiones.

Todos, tenemos nuestras obligaciones. Si en un control de alcoholemia diera más de lo permitido, me multarían con sanción económica, de puntos, retirada de carnet e inmovilizarían el coche. Si fuera necesario, a juicio. Yo, vivo de eso, de conducir, por eso no me lo puedo permitir. Pero esencialmente, es para mí seguridad y la de los demás, que existen estas medidas. En los últimos años hemos visto como la tasa permitida, ha ido bajando, adecuadamente. Nuestras obligaciones son para un bien común.


En el ciclismo, han intentado avanzar tanto en las medidas antidopaje, como se ha hecho en las carreteras en España. Los pasos que han dado han sido gigantescos y el descontrol de sustancias y formas de dopaje ha ido bajando, hasta casi desaparecer. Esta nueva hornada de ciclistas parecían todos limpios de culpa, salvadores de este deporte. Pero como un puñal frío, las noticias sobre el dopaje de Alberto Contador y otros, saltaron a escena. Yo, como seguidor de ciclismo y de Alberto en particular, le creo. Contador, como dijo él, tiene la vida solucionada, las sanciones serán un horror pero su miseria. Las normas anti dopaje dejan claro que lo que se halla en el cuerpo de un corredor, es, sólo, culpa suya. Norma injusta. Quién sabe que ha tragado hoy, en el desayuno, en la comida o la cena. Deberían, creo yo, hacer como pasa en los controles de alcoholemia, poner unos límites permitidos, dentro de unos razonamientos lógicos. Y para el bien de este deporte, no deben trascender los trapos sucios, sin saber aun, si lo son. Basta ya de desilusiones.

Disparo.

Como un disparo,
amargo y salado,
como un disparo.

Como un disparo,
sutil y helado.
Como un disparo.

Como un disparo,
como un disparo…
Como un disparo.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Los antisistema.

Ya paso la huelga, y como se dijo, no fue tan general. Los problemas de siempre, y los mismos aprovechados que les da igual que sea; en una celebración deportiva, en una huelga de trabajadores o de estudiantes, para destrozarlo todo. Cualquier excusa les vale. Se les llama: Antisistema. Aunque yo, les llamaría antitodo.

La generación ni-ni, ni estudian ni trabajan, se ve, que está harta de esta sociedad cruel (que va contra ellos) y a la minima, se revuelve con una revolución demasiado destructora para lo poco que construyen. Si dejaran de mal cuidar perros, tocar la flauta y fumar porros, viviendo mientras del sudor de sus padres, quizás, lo verían distinto y para poder gozar de su vena capitalista, no tendrían que robar los Levis, montando una guerra campal en medio de Barcelona. Porqué son unos extremistas de ideas y unos lastres  labores. Rémoras sociales. Qué lo único que les preocupa es, ir contra todo aquello, que va contra ellos, es decir; la normas, los justo, lo honrado, lo humano. Porqué a mí, también me gustaría vivir sin hacer nada, tener un hogar y comida gratis, seguir estudiando eternamente o eso decir, y aunque intentaría ser más limpio, ir un poco de Hippy no me disgustaría. Pero la vida es bastante más cruda y el sistema no lo permite, cambiarlo, imposible. Un mundo de vagos no duraría mucho.

Una vergüenza, que se quejen ahora, de que recibieron golpes por parte de los mossos y de los antidisturbios, ser un prepotente con la autoridad no es bueno y tirarles piedras y todo lo que encuentras que pueda herir, tampoco. Menos, si tienes las de perder. Si son capaces de atacar como asesinos ahora que no lloren como niñas. Como ellos no deben pagar impuestos les da igual destrozar todo el mobiliario urbano, pero seguramente, a sus padres, no les da lo mismo. A estos antisistema, les gusta vestir de Levis, pero eso si, sólo; si son robados.             

lunes, 27 de septiembre de 2010

Comprende,
esto es el final.
No debes, extrañarme.
La noche,
es leal a mi moral.
¡Soy un calavera!
La muerte me espera.
En cualquier madrugada,
Con la gracia y la desgracia.
Del tarambana.
He degenerado,
Entre lo yonki
y lo payaso.
¡Soy un extraño!
En lo mundano.
¡Soy un calavera!
Sin carabela.
Comprende,
Que esto sea el final.