viernes, 31 de julio de 2009

Contento...

Contento, como un niño con una bici a estrenar, mi hermano, nos quería enseñar a pedalear (más o menos). Éramos yo y un amigo, unos críos. Yo más. Él (el de la foto, mi hermano) un adelantado a su tiempo… escribo ya, de años atrás. Y digo yo más, porqué el tercero en quistión, el amigo, compartía la edad de mi hermano. Cuando el mundo extraño y nuevo de internet apareció en lo cotidiano. Mi hermano, el adelantado, chateaba. Como tenía pareja, nos buscaba para nosotros (excusas), solteros felices entonces. Y distrayéndose, distrayéndose, nos encontró una cita, a los dos, a la vez.

Contento, como un niño con un juguete nuevo, mi hermano, nos lo vino a contar. Ilusionado por el favor que nos hacía. Para nosotros dos, era algo tan insólito, como esos teléfonos móviles, que empezaban a ser habituales en las vidas diarias. Más parecidos a unas emisoras que cualquier otra cosa. Poco afán teníamos para perder el tiempo en citas no muy seguras. Y no anhelábamos tener o mantener, relaciones a disgusto. Por eso, supongo, nos retractemos un poco al saber la noticia. El no queremos, fue, la respuesta dominante.

Contento, como un niño con un juguete nuevo pero no el que él hubiera elegido, mi hermano, nos intento convencer. Ilustrándonos con el sin fin de posibilidades positivas del momento. Nosotros, dudosos. Encubriéndonos en la desgana, no aceptábamos la invitación, “al la noche del placer”, que decía él. Así durante varios días. Hasta el fin convencer primero, al amigo y después por efecto domino a mí.

Contento, como un niño comilón con el mayor trozo de sandía que se pueda imaginar, mi hermano, nos dio las coordenadas del lugar y de los hechos. Todas, incluso, hasta las de las palabras medidas, que teníamos que decir. Para salir de allí triunfando, a hombros no, a rastras, del cansancio acumulado. Hora de llegada; las 10 de la noche. Lugar; plaza céntrica de la gran ciudad. Acción; conversación agradable, buena cena y el triunfo. Fin de fiesta; volver como toreros, habiendo toreado en una de las plazas más difíciles, la de lo desconocido.

Contento, como un niño que espera la llegada de un amigo con un balón, mi hermano, esperaba la llamada desde la emisora. Y esa llamada llegó. Pero antes de lo previsto, demasiado antes. Los dos gallos allí escondidos detrás de unos matorrales, esperando que llegaran las hembras, se cansaron de esperar. ¿Quizás? A las hembras les paso lo mismo. Misión fallida capitán. Barco al agua. Hemos naufragado en el viaje al amor. Por suerte. Cambio y corto.

Se acabo el tour.


Se acabo el tour. El calor sigue, igual que siguen los asesinos asesinando. Por excusas, por asesinos. Hemos sentido la muerte de cerca. El fuego término con la vida de un buen amigo, una buena persona. Dios es un absurdo. Si no fuera así, nunca acabaría con quien ayuda a la tierra. Ni con el futuro, ni con los niños. No creo en; “Dios lo ha querido así”. Como sino crearía, asesinos, hienas de esta sociedad. Ha ganado Alberto, con autoridad. El viejo “Boss” no lo ha hecho mal. Pero para según qué cosas, la edad no perdona. El joven pistolero, dispara más deprisa. Suyo es el amarillo. Como la sangre del cuerpo, no del suelo. Vertida por egoísmo fascista. Dios si existiera, hubiera querido que ganara el americano, sino es que está cansado de bendecir América y se ha revelado. Es demasiado fácil quitar la vida. Y demasiado difícil ayudar a construir una mejor para todos. El tour se acabo, hasta el próximo verano. Dios nunca existió. Y los asesinos tendrían que desaparecerse. Quizás, así, habría un mundo mejor. Si dejamos atrás, los viejos demonios.

lunes, 27 de julio de 2009

Mis mejores trapos…

Mis mejores trapos…
Por ti me puesto,
Mis mejores trapos,

Por ti me he puesto,
Sólo para ponerte,
Mis mejores trapos,

Sólo para ponerte,
Mis mejores trapos,
Por ti me he puesto.

Mis mejores trapos,
Por ti me puesto,
Mis mejores trapos,
Sólo para ponerte.

viernes, 24 de julio de 2009

La fe son unas orejeras,
Díos un absurdo.
Esperanza que ciegas.

martes, 21 de julio de 2009

lunes, 20 de julio de 2009

Tristes los hombres, de la guerra.


El frío escarcha los órganos, el organismo.
Las noches largas, parecen perpetuas.
El hambre, compañero infatigable.
Triste guerra.

Un tiro en la frente, no es suficiente.
Para acabar con el problema,
Sólo, matar, a muchos más.
¿Qué era el conflicto?
¿Era él, el enemigo?
¿Era el amigo? O ¿era yo?

Serpiente de mano, que se encasquilla.
Olor a pólvora, a cadáver putrefacto.
Humedad seca.
Soledad pegajosa.
Compañero caído.
Guerra Triste.

Jardín de minas a punto de florecer.
Deriva de lo moral.
Animal proyectado.
Desmerecido el valor.
Triste guerra, trise.

Sustantivo perdido.
Ciscarse de tu y de yo.
De nosotros y de vosotros.
Inanición de lo professional.
Fuerza del pronombre personal.
Guerra triste. Triste guerra.

Larga vida de la muerte.
Del tiempo de perder.
Trabajo del sepulturero.
Sabor del desconsuelo.
Tristes los hombres, de la guerra.

miércoles, 15 de julio de 2009

Calor del delirio.


No, no está vacío el cajón de pan.
La hierva, buena y mala crece en el jardín.
Y muchas hostias, por suerte, no nos dan.
Quiéreme aunque sea únicamente, un poquitín.
Que vuelo sólo.

Sólo, sin ostentación, sólo para ti corazón.
La mierda, por buena ventura, se va por el desagüe.
He escuchado, por soledad y acoso a la razón.
Y tú y yo, nena sépalo, estamos en auge.
Vivir contigo.

Contigo, con y sin eventualidades una infinidad.
La persiana cerrada esconde, a saber, que lluvia.
Desviste, poco a poco, con efervescencia mi identidad.
Que mirarte callado y verte ansiosa es una maravilla.
Sol de verano.

Y verano de sol, y de tormentas ruidosas,
Sube la persiana y mira los rayos brillantes,
Se una chica mala de esas curiosas,
Juro no comprarte, con perlas o diamantes.
Calor del delirio.

Que artá de reír.


Me contaba hoy, un conocido, que tiempo atrás mientras circulaba en su coche por el centro de la ciudad. Se encontró una pareja peleándose. Ella tenía las de perder y al volar la primera hostia, ella, perdió. Sangraba. Y esta persona conocida, pero desconocido para ellos y el mundo (un personaje en mi pueblo). Paro y se bajo del auto, dejándolo en medio de la calle, para ir a defenderla. Al llegar, dio los buenos días al valiente, con otra gracia de Dios. Se giro preocupado por el estado de la mujer. Y al volver la cara lo único que recibió, fue un fuerte golpe en medio de su rostro, que hasta le desplazo las gafas. Sorprendido, se volvió a girar, he invito al señor a que siguiera dándole. Desconcertado, se fue, sin pedir perdón a ninguno de los dos. Creo, ahora, que sólo de lo que se arrepienta es, de habérmelo contado. Que artá de reír.

lunes, 13 de julio de 2009

Y lo confirme.


Siempre creí que mi abuelo no me quería. Pero hasta el día de su muerte, no lo confirmé. Ya cuando estaba muy malo en cama, y cada día lo iba a ver, con toda mi desgana, al irme me decía pasa por la sombra. Era verano, hacía mucho calor y pensaba que me lo aconsejaba porque me quería (estaba desconcertado). Pero el ultimo día sin yo saber que lo sería, me dijo; Pasa por la sombra hijo, que por el sol, la mierda se seca. Y lo confirme.

jueves, 9 de julio de 2009

Camps Berberá y nosotros (El resto).


Titulares del diario “EL PAÍS”.
Anticorrupción pide al tribunal valenciano que impute a los cabecillas de la 'trama Gürtel'
El presidente de la Generalitat evita acudir a la comparecencia ante el tribunal el miércoles
El PP continúa con su táctica de minimizar el delito de Camps y lo tacha de "discutible"
Y La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, insistió ayer en que las anchoas que acepta José Luis Rodríguez Zapatero del presidente de Cantabria son un regalo que encaja en el mismo supuesto penal que los trajes que recibió Francisco Camps de la trama corrupta de Correa. Barberá propuso que se cambie el Código Penal "para poner las cosas claras y salir de esta espiral de locura". "Lo que no se puede es hacer sufrir a alguien honrado y trabajador [en referencia a Camps] como se está haciendo".



Poema de Miguel Hernández.

Niño Yuntero.

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

lunes, 6 de julio de 2009

Mosca cojonera.


Ayer noche. Cuando iba a dormir, al entrar en mi habitación, mantuve un combate a muerte con una mosca. Gané yo. La dejé allí muerta, pisoteada. Y me reconcilié con el sueño una vez más. Pero durante toda esa larga noche, otra mosca, quizás algún familiar dolido, me estuvo volando al lado oreja, con lo que ello conlleva. Abrir la luz en varias ocasiones, para enfrentarnos cara a cara, pero desaparecía. Y al llegar el amanecer, al sonar el despertador, se fue por donde había venido, es decir; quién sabe. Le pregunté a mi mujer si a ellas le había estado molestando, y contestó que no. Una pesadilla. Espero que esta noche no regrese.

Con algunos políticos de este país, tengo un sentimiento similar, pero más mal humorado.

Campo malo.



En el campo malo aunque pases el arado,
Llueva, le eches estiércol, o lo trabajes de sol a sol,
Sólo, te regala malas hierbas, que queman, que quemas.

miércoles, 1 de julio de 2009

Tambores de batalla.


Empiezan a sonar los tambores de batalla. Los gladiadores, van posando en diferentes medios. Jóvenes frágiles. Lo más cruel está por llegar. Lo más duro por ver. Imperio del sudor, del dolor, de la sangre. Defenderán con todas sus fuerzas los caballos, sin traiciones. Hoguera de asfalto, donde manifestarse y declarar la evidencia. Donde los potrillos, derramaran su generosidad. Para el dominador, los éxitos, el triunfo. Si, es ciclismo. En estado puro, ese que te deja mudo, acalorado, frente el televisor. Un jefe de filas, por cada equipo. Menos en Astana que hay dos (para mi, sólo uno). En verano las carreteras, de Francia, y este año de Mónaco, Italia y España, ven hervir la sangre, al galope del ciclista. ¡Que gane el mejor! Y que no sea Amstrong, menos preciando el ciclismo de esta generación.¡Que empiece la batalla!