martes, 30 de octubre de 2012

Única salida: La venta


Carne derramada el asfalto unta.
Se halla medio muerto en el suelo.
No ha conseguido volar, nunca.
Tampoco ha muerto y jamás habrá duelo.
La caída ha sido de 3 pisos
Y aún así, sobre vive a la condena.
Sangra por distintos orificios
Su cuerpo: Execrable escena.
Tiene las piernas y brazos rotos,
Varias costillas, sabe que no es de acero,
Lesiones en las vértebras y su vida,
Pende de un hilo. Viaje celestial,
Para tan terrenal pena.  
Lo ultimo que hizo
Antes de arrojarse por la ventana,
Besar a su hijo. Testigo del momento.
Ellos, llamaban a la puerta y él,
Sabia porque era; un tormento.
Querían desahuciarlos. Ajarlos.
Expulsarlos de lo único y último,
Que les quedaba, su casa, su hogar.
Y mientras chirriaba la puerta,
Y se terminaba la espera y la esperanza,
Sin más fuerza de nada
Se lanza sin ambigüedad.
Sin asechar y acechado por una deuda,
Que es sentencia, castigo y remate;
Y si nadie lo remedia.
Una tragedia sin final. 

jueves, 25 de octubre de 2012

El jersey




Las relaciones son como comprarse un jersey. Lo ves y crees que es para ti, en cierta manera te enamoras de él, te gusta, te atrae, te aporta algo que lo que tenías en el resto del armario no lo hace, crees que llenara un espacio que hasta ahora permanecía vacío ¿Pero es cierto que mientras estamos solos o sin pareja hay una parte de nosotros vacía? Y si vacía es sinónimo de libre ¿Perdemos la libertad al encontrar pareja?
Lo tanteas; te lo pruebas, te lo pones y te lo quitas un par o tres de veces, recapacitas mientras decides a ver si te sienta bien su compañía o no, si te mejora y, si al final te convence, pagas y te lo quedas, con dinero, cenas, entradas de cine a concierto, con un CD gravado o que se yo que se lleva en estos tiempos.
Después buscas el día oportuno para presentarlo en sociedad, eliges la noche, el momento para que todo salga bien, el día que sabes que todos tus amigos estarán, intentando crear envidia, tener algo especial que ellos no tienen, ser diferente, compartir desde el egoísmo y feliz buscas admiración o atención.
Al principio te lo pones con mucha asiduidad, casi no quieres quitártelo, aprovechas cada ocasión para salir con el. Sin embargo va pasando el tiempo y a la vez que se hace viejo, menos lo necesitas y menos te aporta, envejece, como todo. Y tus encuentros se van haciendo más rutinarios y menos especiales. Hasta que un día, de tanto usarlo, como el amor, se gasta y se agujerea. El primer agujero se cuse, al segundo si ya es más grande se le pega un parche y al tercero, si es muy seguido del segundo, empiezas seriosamente a pensar si debes deshacerte de él… Por mucho que te haya ayudado en algunas noches de triunfo. Nada es para siempre. El consumismo nos ha hecho asumir este pensamiento incluso haciéndonos creer que es propio y alargar la desintegración es, ensuciar el recuerdo. Y lo tiras. Y en su vuelo y aterrizaje hasta el suelo cae como muerto, quizás, porque siempre lo estuvo.

martes, 23 de octubre de 2012

Horas

Gustav Klimt

A cualquier hora pasas de la comedia a la tragedia.
A todas horas me traspapelas las ideas.
A cualquier hora me sumerjo en tu vacío.
A todas horas me haces ahogar sumergido.
A cualquier hora te superas con tus escenas.
A todas horas eres reina de lo carnal en festival.
A cualquier hora plebeya o doncella.
A todas horas victima de tu propia melodrama.
A cualquier hora y en el fondo con todo.
A todas horas habitas el abismo.
A cualquier hora decoras el anhelo.
A todas horas das más de lo que demandas.
A cualquier hora desandas las huidas.
A todas horas recitas versos con besos.
A cualquier hora sin prejuicio sonríes.
A todas horas colaboras en serio.
A cualquier hora dejas huellas en lo profundo.
A todas horas al bajar el telón suspiro.
A cualquier hora el miedo va por dentro.
A todas horas a tu encuentro.  

lunes, 22 de octubre de 2012

La ilusión

Desde un tiempo a esta parte he observado un aumento de las personas que tienen, por necesidad, que rebuscar en la basura, un trozo de comida, un cartón para vender o unos pantalones que aprovechar. Eso, sin duda, significa que se acrecienta la pobreza.  

Mientras gobernaban los socialistas en buena parte de territorio español llegó sin avisar y de forma traidora la crisis mundial. En nuestro país cayó igual que una bomba, devastándolo todo. Y claro, los que estaban a primera fila, fueron, lo que más recibieron la ola expansiva. El PSOE y todas sus ramificaciones por su mala gestión quedaron tan mal heridos que empezaron a desangrarse hasta perder todas las presidencias, incluso, a buena parte de su militancia. Anclados entre un pasado anticuado y un futuro incierto y viviendo siempre en un presente ambiguo siguen sangrando retirados en la enfermería de la oposición. No obstante, de eso hace ya casi dos años y el enfermo sigue igual o peor, sin síntomas de mejora. La alternativa en los mandos de gobierno no es que hayan mejorado mucho las cosas, inclusive, diría que lo han empeorado íntegramente y sobretodo, la sociedad menos favorecida; con políticas de derecha. Hemos involucionado en derechos sociales veinte o treinta años. La regresión ha sido tan rápida y dolorosa, que nadie o casi, ha tenido el valor para alzar la voz y gritar, que quizás; No todo sea culpa del pueblo ni responsabilidad suya. El estado del bienestar está apuntillado por unos liberales, que achacan todas sus decisiones a los errores de un gobierno anterior, a Europa, a la irresponsabilidad de la sociedad, a ir en contra de su voluntad, a mentir sin piedad y sin piedad a machacar a quien más pueden. En las elecciones gallegas y vascas ha vuelto a ganar la derecha y en las catalanas pasará lo mismo envueltos en la bandera. No hay ilusión y sin ella, como se va a ilusionar.    
   
         

sábado, 20 de octubre de 2012

La soledad de la mala compañía




Un amigo que había vuelto de unos años trabajando en el extranjero, me comentaba, que nunca se sintió tan solo como cuando llegó a es país lejano en donde no conocía nada, ni nadie. Sabía, que él, era un hombre educado, un poco tímido, honrado, para nada complicado y fácil de tratar. Por eso, le confesé, que la auténtica soledad, esa que es aislamiento, desamparo, falta de compañía, la viví cuando por desgracia, me hicieron en contra mi voluntad, soldado. Y caí preso en el bando contrario, con hombres que no parecían humanos, después que ha mí pesar me embarcaran en una guerra que nos llevaba de lo malo a lo peor dándonos un fusil y unas botas. Tirándonos al barro de las trincheras, debajo la lluvia incesante y ese frío, que helaba el corazón, acompañado por unos lobos sedientos de sangre y poco más.  

viernes, 19 de octubre de 2012

Quimera

Eva Llorens.


Quimera.
Debe ser una quimera.
Un camino sin fin, como un reto constante.
Inalcanzable al hombre.
La razón para un paso más.
Donde jamás hallar confín.
Un viaje a la ilusión.
La visión de un lugar mejor.
El sueño del que está despierto.
Y un sitio de ensueño, el cuál, es imposible abordar.
Un horizonte nostálgico.
Un futuro, el futuro.
Una quimera.
Debe ser una quimera.
Algo inalcanzable.
Sin saberlo; utópico.
Un bucle de partida, como un pensamiento exótico.
Esencial en la vida.
Eso, debe ser el amor.
No un resquemor, un temor, ni un rumor. 

miércoles, 17 de octubre de 2012

¡Silencio!


¡Silencio!
Quiero escuchar su carcajada.
Lo de más, que más me da.
¡Silencio!
Quiero detener el momento.
Para toda mi posteridad.
¡Silencio!
Por favor.
Antes que me entre el pavor. 

martes, 16 de octubre de 2012

Lluvia fina


Clara Asperilla.

El cielo se está encapotando
¡Se avecina una tormenta!
Empieza con…
Una fina lluvia de besos.
Que humedece los cuerpos.
El vaho empaña los cristales.
De dentro hacía fuera.
Eres la primera, el epicentro.
Partículas diminutas resbalan,
Con el roce de las pieles.
La cama es un océano,
Las sabanas olas dibujan.
Náufragos a la deriva.
Donde el placer estriba,
En sentimientos descompuestos.
La atmósfera está tempestuosa.
Ahora... sin duda;
¡Se atormenta a una vecina!

lunes, 15 de octubre de 2012

Fritanga de bienvenidas a la fiesta



No tendría que perder y sin embargo, pierdo. Pierdo lo que a menudo no he sabido ganar y gano lo que pierdo. Un tarro lleno de sentimientos, olvidado en algún armario de la cocina. Con el polvo dormido en su falda. A la vera del azúcar. A la vera de la sal. Casi caducado. Llenos de moho. Cerrado al vació aunque mal cerrado. Ya no pongo sabor a mí vida. Casi nunca cocino si no es con amor.
Todo a la plancha, todo al vapor. Con poco aceite. Se me olvidaron las recetas en donde tú estabas de rodillas y yo de pie o al revés.  Cuando le poníamos especies a todo y salsa picante. Guindillas para la razón y champán para la rutina. Yo carne, tú, pescado, paella que siempre se nos pegaba. Fresas, nata, tú postre. A veces dulce y a veces amargo. Como el chocolate, con chocolate. Queso tierno y miel. Mucha miel. Naranjas, naranjas llenas de zumo. Esparcido todo, por todas partes.
Estoy más delgado y menos feliz. Tengo menos colesterol, hipertensión y azúcar y más malestar sexual.  Esta dieta liviana no es buena. Tendré que sacar el tarro de los sentimientos y el de las esencias. Limpiarlos y en la sartén hacer una tortilla de patatas.
Ya están aquí...
-Bienvenidas a la fiesta; amigas.  

miércoles, 10 de octubre de 2012

No más


El tiempo tiene la mala costumbre de hacernos viejos como algunas enfermedades el vicio de matarnos.  Si esquivas las enfermedades, ya sea por surte, destino, prevención, fe o que se yo que sinfín de razones más debemos suponer, el tiempo, cruel, te pasa factura, si no lo consigues, es el medico el que te da dos, tres o seis meses y administra los segundos como quieras o puedas. Y joder, lo único bueno que tiene morirse es que no sabemos cuando nos pasará. En ese momento, como dice la canción: clavo mi remo en el agua, llevo tu remo en el mío, creo que visto una luz, al otro lado del río. Supongo. Porqué, a mi, por el momento, el único que por suerte me ha estado dando su viento en la piel y en el animo, ha sido el tiempo.
Quizás, porque siempre he sido un miedoso en eso del amor, la distancia, ha sido un buen aliado.  Mientras ella y él, paseaban sonrientes por el centro de la ciudad yo, lo observaba a lo lejos, entre alegre por verla y odioso porqué era otro quien la cogía de la mano. Temeroso siempre de caer en un ridículo y sentir el pavor de parecerle un idiota. Seguramente, por eso, porqué no quise, nuestros caminos nunca se llegaron a cruzar y ahora ella, anda sola por la ciudad y yo, sigo atado a una cadena que no consigo partir por la mitad. Entretanto el tiempo sigue pasando de largo, como un tren sin estación. Desplazándonos a toda prisa hacía la vejez.
Al hacerme mayor me di cuenta que demasiadas cosas no eran como creía, entre ellas, el amor. No el enamoramiento. Son sentimientos tan diferentes como la tristeza y la alegría. El enamoramiento te lleva a una alegría en una realidad paralela. El amor, si no lo cuidas y lo vigilas, a una tristeza profunda. La metamorfosis es al revés que en las mariposas. Primero, parece que tienes alas de colores y puedes volar, eso, durante que te vas conociendo, después, sin embargo, te vas haciendo un capullo hasta para poder salir debes convertirte en gusano. Y arrastrarte.
Lo único que quiero es compañía. Una compañera que cuando ella o yo falte, nos echemos de menos. No más.    
   

miércoles, 3 de octubre de 2012

Lascivas miradas.


Te lo tengo dicho; no lances lascivas miradas…
Si el trance del seísmo no puedes segar.
No seas gata mala. Ni mujer de alta sociedad.
Todos los pájaros comen trigo
Todas las pájaras predigo
Sin saciar mi ansiedad.

¿Qué nos está pasando?
¿Qué nos ha dejado de pasar?
¿Qué dejamos en el pasado?
¿Qué es este lugar de pasar?

Te lo tengo repetido; no tires malas miradas,
Si el lance del egoísmo, no sabes legar.
No seas mala gata. Ni mujer de poca humanidad.
Todos los pájaros no comen alpiste.
Todas las pájaras no saben uñirse.
Sin saciar su vanidad.

¿Qué no nos está pasando?
¿Qué no nos ha dejado de pasar?
¿Qué no dejamos en el pasado?
¡Qué no, no es esté el lugar de pasar!

Quizás, no te lo tengo dicho, ni repetido:
No dejes de lanzar lascivas miradas.