Comida de Picaros Diego Velázques. |
Mediodía. Luis y Andrés se han encontrado para comer en un
restaurante próximo al trabajo de los dos. En tierra de nadie. A medio camino.
Son amigos desde tiempo atrás, pero ahora, las responsabilidades les han
alejado el uno del otro. Tienen, casi, el mismo tiempo libre que antes, pero
ahora lo han de adjudicar de distinta forma. Luis, ha antepuesto a su pareja,
los hijos, su afición al futbol (que Andrés no comparte) la creación de una
nueva empresa, los amigos de su pareja, los de los niños, las extraescolares de
los mismos, y sobre todo, el reposo por la noche. Andrés, en cambio, no ha distorsionado
tanto sus espacios de libertad. Quizás, haga más deporte que antes y varíe, las
personas con quién va a cenar y en alguna ocasión aún de fiesta. Por lo demás,
al seguir casi soltero, todo sigue igual. Sólo se debe a esa amiga, mujer,
amante, que sin darse cuenta, entró en su vida, para medio quedarse. Pero no
del todo, y quizás, no para siempre. Aún que ahora, es, un pilar fundamental en
el anidado de su felicidad.
Primer plato. Luís y Andrés, hablan de todo: del presente,
del pasado y del futuro. Durante una transición temporal, Luis, les suelta a
Andrés que quizás, alguien, venga hacer postre. Andrés, medio enterado de la
noticia por amigos comunes, se hace el intrigado, para parecer curioso y
sorprendido. Aunque no demasiado, por el miedo a que no se le entrevea que él,
ya conoce la noticia. Sabe, que su amigo esta con una mujer bastante mayor que él,
casada y con hijos, y que por ahora, aún no he decido dejarlo todo por él. Cosa,
que le hace dudar de sus intenciones.
Segundo plato.
– ¿Quién es?- pregunta Andrés.
- ¿Quién es quien?- responde, preguntando Luis.
- ¿El invitado o invitada que vendrá hacer postre? Insiste Andrés.
- Ya lo verás, no tengas prisa. Quizás, no venga.
- Tú constantemente con tus secretitos… (Cosa que ha Andrés
siempre le irritaba mucho).
- No tengas prisa, todo llega amigo, ya la conocerás. Sólo,
decirte, que está casada y no es conmigo. Con una sonrisa Luis, le cuenta todo
como si nada.
- ¿Y hace mucho? Pregunta rápidamente Andrés.
- Casi dos años más o menos.
- ¿Tanto hace que no nos vemos? ¿Lo sabe su marido? ¿Estás
enamorado? ¿Estás loco? ¿Cómo la conociste? ¿Tiene hijos? Andrés seguía como si
no supiera nada, pero ahora, un poco más nervioso.
- A ver. Sí, estoy bastante enamorado. ¿Loco? Como siempre más
o menos. La conocí por casualidad, tiene dos hijos y supongo que su marido, si
no lo sabe debe, al menos, sospechar algo. Y por ultimo, sí, es verdad, hace
demasiado que no nos veíamos.
El postre. Luis, pide un flan y Andrés macedonia. Mientras
el camarero les acerca lo pedido a la mesa y Andrés observa inquieto el reloj
por ver que se le empezaba hacer tarde, aparece ella. Sonriente, contenta,
alegre, atenta. Sin pasar la delgada línea que separa una buena amistad entre
dos personas que se atraen. Se sienta, y los tres empiezan a hablar
tendidamente de nada trascendental.
El café. Toman café, pagan, se levantan y mientras están justo
delante de la puerta, despidiéndose, un puñetazo tumba a Andrés. Luis, da un
paso atrás sorprendido y ella, empieza a gritar: Esto es lo último que me
esperaba ya de ti, ¡lo último! Un hombre alto y fuerte, rompe a llorar a la vez
que cae de rodillas delante las piernas de ella y murmura: -¿Por qué, por qué
me hace esto? Luis, ayuda a incorporarse a Andrés y le dice, a media voz: -Vámonos,
buen amigo.
4 comentarios:
Anda que la has puesto fina filipina...
Mas moral que el alcoyano la tipa... como se atreve a presentarse allí como si nada?
si es que las hay desnaturalizadas... sin compasión.
Estas cosas, como otras... pueden dejarse para otra ocasión, al fin y al cabo, despues de tanto tiempo sin verse, los amigos, solo tenian que pasar un buen rato, no entiendo porqué tuvo que entrar ella en escena.
Podría haberselo dicho a su marido de otra manera...
Aunque visto desde otra perspectiva así quedó mas teatral... mas... no sé... romántico??
No!, creo que esto de romántico no tiene nada...
Me gustó mucho la entrada... me temí el desenlace a mitad...
Pero aun con todo.. genial.
Besitos, mediterráneos.
Gala: La invito él. Para presentarla a su amigo y no se lo dijo al marido, la siguió. Gracias.
Un saludo.
Ups... entonces...no entendí nada...
Vaya, cuanto lo siento.. mira que me gusta comentar teniendo conocimiento de causa...
En fin... mis disculpas por esta falta de comprensión.
Besitos.
Gala: no pasa nada, seguro el error debe ser mío en de explicación en le post.
Un saludo.
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