lunes, 5 de enero de 2015

De recuerdos nunca vividos


Por mucho ruido que ejecute.
Todo parece mudo.
Ni con el peor estruendo,
Consigo romper el maldito silencio.
Algo similar me pasa con el inmenso vacío.
Pues he llenado de trastos la casa y,
aunque la mierda me sobrepasa,
Ocupar ni mitigar mi desdicha consigo.
Tampoco te llevaste tanto en tu huida.
Alargadas
aparecen las sombras de la tarde
y peor que nunca
es el hedor de las sobras.
Huelen a cadáver,
a putrefacto
y temo al contagio.
De todos esos recuerdos,
que ya nunca,
Podremos contarles a nuestros nietos;
Si es
que existen.    

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