Doctor, me encuentro fatal, no se que debe ser, quizás una mala circulación sanguínea, la tensión por las nubes, otras operaciones mal echas anteriormente, diagnostíqueme algo pero salve mi cuerpo, para poder convivir con él. Después de un exhaustivo examen por parte del doctor, pues el paciente ya lo llevaba echo. Llegó a la conclusión que tenía una obstrucción en alguna artería por una elevada circulación. Tendremos que operar, concluye. Para que si tampoco no me siento tan mal, contesta el paciente, para solucionar su problema replica el doctor, usted padece de una carga demasiado alta de sangre por algunas arterias, tendremos que hacerle un ensanchamiento de la misma para no correr riesgo de trombos, que serían parálisis cerebrales rápidamente con peores consecuencias. Pero doctor, por donde me van a abrir. Será un corte pequeño a la altura de la boca del estomago y otro más o menos por debajo de la barriga, dejará marca pero no hay elección mejor, seguidamente trabajaremos por debajo la piel. Ay doctor, no puede usted abrirme por el lado derecho o por el izquierdo, me da miedo que con todo lo que tengo por dentro usted no me haga alguna desgracia. A usted le duele el corazón, cuando hace esfuerzos, ¿verdad? Porqué cuando la sangre empieza a moverse con más ritmo queda colapsada. Si le abro por algún lado, la sangre que pasa por allí si circulará mejor pero por el medio, seguirá igual. Pero doctor, tengo yo un tatuaje, que llevo años construyendo en esa parte de mi cuerpo, que puede que se dañe hasta nuevo aviso. Usted, quiere un buen futuro o un futuro mejor, ¿no? Pues ya sabe.
Si el doctor fuera una empresa de esas, que hacen túneles, el paciente una ciudad como Barcelona, i la circulación sanguínea, fura la circulación ciudadana o de automóviles, no se yo si estos tan preocupados por la sagrada familia, lo estarían tanto si fuera un tatuaje en su barriga, o su salud la que depende de ello.
1 comentario:
Y este lo debe haber escrito el doctor House!
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