miércoles, 4 de junio de 2008

La eternidad.

Confieso que de pequeño al ver películas de esas románticas con final trágico, cuando él siempre por salvarle la vida a ella, regala la suya a la muerte, de la forma más cómica, no entendía la frase que dejaban en el aire; Te querer para toda la eternidad. Bien lo que no llegaba a comprender era eso de la eternidad. No sé porque, me imaginaba una vieja, vestida de luto, de tamaño gigantesco, con el pelo canoso y un moño, eso para mí era la señora eternidad. Como si guardase su amor en aquellos bolsillos, gastado y vueltos a bordar, acompañados con un pañuelo también de color del luto. Quién se imaginaba, se imagina donde iba aparar el amante difunto. Pero con los años descubrir que la eternidad no es un ser, ni un lugar, ni una canción, ni un destino. Sino el espacio vació en mi mente, en la carpeta de los recuerdos, que vais rellenando de forma hermosa, como lo hicisteis el sábado. Eso para mí es la eternidad, finita. Gracias para llenar mi eternidad con recuerdos inolvidables, nostálgicos ya en el momento de vivirlos. Porque sin vosotros ese espació estaría tan vació como mí persona.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho... hago un largo recorrido por los blogs de otros... y leer este es muy agradable para mi...

A veces siento que toca cosas que siento.... y otras siento que estuvieran en mi pero que nunca me he atrevido a decir... espero porder seguir encontrando escritos aqui...

Saludos,