Me preguntaba Malena en la entrada anterior: ¿Habrá un
travesti dentro de todos? La respuesta es que no lo sé. Que lo desconozco. Verdaderamente
no se que hay, ni puedo hallar, dentro de mí. A menudo intento asomarme a lo más
profundo y la caída es tan honda y oscura que me da miedo descubrir donde esta
el limite. Lo contemplo, desde el borde, fijándome a pies puntillas, con todas
la precauciones para no caer, a ver si consigo averiguar algo. Pero nada. Incluso, en
alguna ocasión he intentado descender por la cavidad, pero ante el ennegrecimiento,
el miedo o la sensatez gana terreno y consigue apoderarse de mí y matar la
curiosidad, como al gato. Y el fin, queda tan lejos, con tanto camino de por medio, que la conclusión del abismo es únicamente, el retorno. Pues, otro hecho sería un
sin regreso.
3 comentarios:
Yo creo que dentro de todos habita un ser del sexo opuesto. Tengo mis partes masculinas muy bien localizadas. Gracias a Dios, triunfa la femenina. :)
A veces, es bueno asomarse a esas partes para saber quiénes somos realmente para hacer lo que verdaderamente amamos... ¡aunque la caída sea abismal!
Me ha encantado tu Blog... me quedo en tu casa...
Un abrazo concentrado de ilusiones.
MAlena, gracias a Dios. No dejes que nunca salga.
Un saludo.
Imanol: Bienvenido, me alegra que te gustara el blog.
La caída es tan abismal, que no hay retroceso.
Un saludo.
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