miércoles, 6 de junio de 2012

Destino.



Me tambaleo con la luna, mientras no puedo más, 
Que recordar tu cintura. Criatura endemoniada, das,
Lo que uno no puede digerir, únicamente dejas, volar a ras.  

Suelto equipaje al intuir, tus intenciones, que son balas,
Y nunca, poder huir. Tengo tan frágiles las alas 
y pesa tanto esta pena mía, que cualquier día,
quedo sin agallas.

Reflotar del lodo este cuerpo es la única,
forma de sobrevivir, sin otra vía ni salida.
Amanece y no dejo de persistir,
Mientras mi organismo se estremece
y mí alma, se ausenta y no quiere oír.

Desayuno ayuno con creces y sin hambre
soy hombre extraviado, por el camino a casa, a veces.
¿Donde esta la nada? que la ando buscando.
En los atardeceres ocupo tu hueco,
en las mañanas, la cama, he desanidado.

Es tan inmenso el eco.
Es tan fuerte la soledad.
Es este lagrimal algo tan seco.
Es tan real, cruel el destino y terco.
Que desconoce la clemencia o la piedad.
Muéreme, mátame o quítame la vida.
Pero no dejes que la viva tan podrida. 

1 comentario:

Dany dijo...

Hay que esperar más amaneceres y seguir persistiendo. UN beso!