lunes, 14 de enero de 2013

Beber, también


Tengo un descosido
justo en medio del miedo,
Por donde gotea una tras otra
La certidumbre gota a gota.
Como una mala costumbre.
Y empiezo a estar vacío.
A sentirme vacío.
A sentir el vacío.
A ser vacío.
La flacidez de mí cuerpo reconozco.
Cuando al igual que un trapo arrastro.
Cargándome los pulmones de ácaros.
Haciendo de mis vísceras su pasto.
He perdido en el camino hasta aquí;
La intensidad de la firmeza,
El vigor de la resistencia,
La garra, la resolución, el empuje
La energía.
Y ya no sé si quedarme o ir.
Alargar la muerte
O iniciar el fin.
Tengo un descosido
Justo en medio del miedo
Y no encuentro hilo.
La aguja no me sirve
Más que para hacer el granuja
Cada vez que pasa al irse.
Y mientras la oigo murmurar
Reflexiono lo igual que me da.

Beberé, si hay que olvidar... y si no, también.

2 comentarios:

Gala dijo...

Desgarrador tu escrito...
Espero que sea ficción, porque esos rotos se comen las fibras tan dentro que nada los puede remendar.

Si bebes que sea para celebrar que empieza una nueva vida, casi mejor que para olvidar, porque a poco se coge una cogorza y mañana el roto sigue en el mismo sitio.

Besos mediterráneos.

Jou McQueen dijo...

Sí gala aunque casi siempre he bebido para olvidar... o no. Casi nunca he bebido demasiado. En fin, que no sé bien para lo que sirve beber.

Un saludo.