Obra de Joan Mateu |
De madrugada. Entrando en la ducha me pregunto para qué se
debe tener que ser más valiente: ¿Para dejar que la vida acabé contigo o para
acabar tu con ella? Las perdidas
cercanas son como encontrar una habitación vacía. El dolor más fuerte únicamente
se puede sentir por amor. El desamor es una réplica en miniatura. Y la sensación
de saber que ya nada ni nadie podrá llenarte ese lugar que ha quedado adentro
es tan pesada como el hueco de la ausencia. El agua igual que siempre se va por
el desagüe sin más intención que esa. Al hacerte mayor, viejo, vas perdido la
verdadera libertad, esa, que es, poder gozar de la presencia de todos a quien
quieres. Sin echar de menos a nadie. Eso si es libertad. No sé, si soy un
valiente o un cagón, pero creo que prefiero que sea la vida quién acabe
conmigo.
Media mañana. Voy a desayunar. Le preguntaré a la camarera
si es niño o niña y que nombre le va a poner. Cuando me lo diga, contestaré:
-¡Qué bonito! Porqué cuando uno elije un nombre para su hijo es, por un par de
razones, o porqué le parece bonito o por qué viene (el nombre) de una historia
bonita (para él o ella, por su puesto). Es como en una primera cita con una
chica, sin lugar a dudas lo primero que debes decirle al verla es: - ¡Qué guapa
estás! Porqué, seguro, se ha estado vistiendo y desvistiendo, durante una hora
para acabar poniéndose, lo que para ella le sienta mejor y creer que a él también
le gustará. Aunque nunca he acabado follando en una primera cita.
2 comentarios:
Siempre me ha gustado esa característica tuya de decir las cosas por su nombre, con tanta claridad que abruma.
Me gusta tu sentido del estar, de mezclar las quimeras con la verdad y poner los pies en el suelo.
Tu sentido de la desorientada orientación de la vida.
Me gusta como escribes, y como cuentas las experiencias que inventas, que sientes o presientes.
Pero sobre todo me gusta tu instinto de supervivencia ante la realidad.
Besos mediterráneos.
Gala: A mi también, y siempre, me a gustado tu claridad en decir las cosas. Tu forma de analizar y entender mis textos, de andar por ellos, y sobre todo, de comentarlos. Y lo dices exacto, procuro sobrevivir en esta realidad, que a menudo, no comprendo.
Un saludo.
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