Desayunando. Me doy cuenta, como a veces te das cuenta que
pasa la vida, que a menudo, vivimos desplazados. Apartados por unas fuerzas
invisibles de la realidad que transita por la calle paralela a la que andamos
nosotros. Intento divisar políticos en algunas calles más alejadas a la mía y
no lo consigo. También observo que se han extinguido, al igual que la peste, las
cubas hormigoneras. Que es mayo y ya va el aire acondicionado del local,
mecanismo que detesto por los síntomas que me crea. Hace fresco y creo que no
debo nada a nadie, eso me tranquiliza. Desde hace mucho que el café no me sabe
amargo y dudo, si ir a ver a mi médico de cabecera para explicárselo o a mí
psiquiatra. La camarera cada día está menos buena. A veces, puedo coger rencor
a alguien sin saber muy bien porqué. Sé, que no entra en mí razonamiento porqué
sí, pero tampoco logro desvelar la explicación. Después, casi siempre, acabo
culpando a los sueños y a su vez al subconsciente. ¿Todas las mujeres chupan la polla de forma
distinta? Las que la chupan. ¿Y a los hombres, les pasa lo mismo?
Comiendo. Creo que demasiadas veces me gustaría ser un extraterrestre.
Para poder confesar a mi pareja que no soy de este planeta y que el cuerpo es
robado. Que como no soy muy buen ladrón me las tuve que ver negras para poder
conseguir este, que me sabe mal, que me hubiera gustado conseguirle algo mejor,
pero en fin, que es lo que hay y si no le gusta… ¿Me vuelvo a Neptuno? ¿O Júpiter?
O que coño sé yo de que planeta me gustaría ser si ya con la nacionalidad tengo
un lío por culpa de los presidentes de un par de cojones. Carezco de antenas y
de lo que más ilusión me haría, de nave espacial. Las luces azules no me llaman
especialmente y por mucho que intento la telequinesia no lo consigo, siempre
acabo teniéndome que levantar para coger la cerveza de la nevera. Pero no huyo
de contárselo un día por ver qué pasa.
Cenando. Como veréis todo lo que pasa en mi vida mientras no
estoy ingiriendo comida es secundario. Es tan rutinario, terrenal, trivial y
habitual que no entiendo porqué debería escribirlo. Aunque quizás, algún día lo
haga.
¿Es necesaria la distancia de seguridad para poder seguir
siendo fiel?
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