Al despertar. ¿Existe la conciencia social más allá de un
par de calles abajo o arriba? He dormido mal y poco. Las imágenes de refugiados
ahogados en playas donde aquí tomaríamos el sol, son feroces. La atrocidad de
niños ahogados en busca de un futuro es tan dramática como la desesperanza que
habita en aquellos países donde la vida se ha hecho un procedimiento imposible.
¿Es culpa de un mal gobernante?
Veo niños de la edad de mis hijos andar y andar por campamentos de refugiados, algunos están en pie, otros, desolados y devastados, Niños que andan igual que los míos yendo al colegio. Y sin embargo, la brutalidad de su situación radica en el egoísmo del ser humano, donde el concepto de propiedad, sobretodo en el primer mundo, nos hace creer capaces de poder gestionar quien entra y quién no en nuestro territorio, nuestro, por obre y gracia de la diosa fortuna, algo casi tan incomprensible cómo el espíritu santo. Y ellos, intentan cruzar fronteras saltando vallas igual que delincuentes sin serlo.
En una imagen de ayer, hay una multitud que espera con sorprendente calma delante de una frontera a ver si les dejan pasar. Cuantos médicos, ingenieros, universitarios, albañiles, electricistas, mecánicos, doctorados, futuros maestros, artistas, cuantas personas buenas, honradas, personas, que quizás, no hace tanto, tenían una vida no muy alejada a la nuestra y están allí, esperando, si un político o un grupo de ellos les acepta y los deja pasar o, no es así, y deben deshacer el camino para ir en busca de una nueva oportunidad, por quién sabe dónde, sin tener la opción de caer exhaustos pues eso únicamente significaría muerte, por qué no hay nadie con la suficiente capacidad para recogerlos. Y los que si la tenemos, estamos discutiendo si se debe o no levantar la barrera ¿barrera? Aquí, en Cataluña, jugamos a eso, a construir barreras, cómo si hubiera pocas. Qué sin razón. Y el gobierno de Mariano Rajoy, propone que a los sin papeles (nombre de género tan vergonzoso cómo nuestro presidente) demuestre que no tienen recursos para no tener de pagar la atención sanitaria. Él, que seguro los tiene ¿Paga?
Mientras, unos indeseables, asesinan a 71 persona, refugiados de Siria. Morían, dentro de un
camión frigorífico por asfixia, era una trama de trata de personas, entre ellos,
4 niños. Debemos cambiar la denominación que nos dimos como especie, pues cada
vez, somos más inhumanos.
1 comentario:
¿Cuándo entenderá el hombre que una vez muerto no importa la líneas que si dibujan sobre un mapa y que lo único que vale la pena es vivir?
Los intereses egoístas son cada vez más grandes, y mientras el mundo continúe arruinándose por nuestro accionar, irá para peor...
Saludos
J.
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