Reloj, eres cruel y sin sensatez,
colgado en las baldosas de la pared.
Sométeme por favor otra vez,
a ese cuerpo que me crea tanta sed.
Reloj, escarchas poco a poco mi vida,
sin delicadeza ni compasión.
Y no por eso dejas de cobrarme día tras día,
Con eficiencia tu comisión.
Reloj, victorioso y arrollador,
olvida tu risa fría y farsante.
Que la vejez sin tregua ni pudor,
parece acercase muy constante.
Reloj, dueño y señor siempre de mi tiempo,
Comprendas que ya no me desespero.
Pues contemplaras como busco en el viento,
Sin pausa ni tregua, lo que más deseo.
1 comentario:
quina raó quan dius que ens cobra comissió.De fet a uns més que a d' altres. Poema maco,si senyor!Alerta que de boig i de poeta tots en tenim una miqueta....(Omaaaaa!!)
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