Esta imagen es la ganadora del premio World Press Photo, foto de Jodi Bieber. Es tan dura como real. Se llama Bibi Aisha. Fue su marido quién le mutiló la nariz i las orejas. La joven afgana de tan solo 18 años, cansada se sufrir violencia doméstica en casa, llena de coraje, abandonó a su marido. Un comandante talibán, ordenó, que se enfrentara a la justicia, y fue entonces, cuando su marido se enseño con esta crueldad. Ahora, vive en EE.UU. y se ha sometido a cirugía reconstructiva.
¡Me cago en todas las religiones! Opio de todas las sociedades. ¡Me cago en todos nuestros miedos! Sobre todo, hacía la muerte. Es oxigeno para que sobrevivan en estos tiempos. ¡Me cago en las injusticias! Todas ellas, y sobre todo, las respaldadas por hijos de puta. ¡Me cago en el machismo! Vomitivo y animal. ¡Me cago con el mundo que hemos construido! Y no sabemos rehacer. ¡Me cago a gusto, aunque no sirva de mucho!
Si por mí fuera, que los colgaran de los cojones: Al marido, y al jefe talibán. Ninguna niña de 18 años debe aguantar ser maltratada, por un ignorante, baldío. Ninguna. Para el sexo masculino, el Islam, es perfecto. Para el femenino, por lo menos, dudoso, irresoluto.
La imagen, tenedlo claro, ha quedado en primer lugar para que todo occidente la vea. Por qué nos llegué a todos esta barbarie. Y podamos criticar, como lo he hecho yo arriba, otra religión y otro sistema. Haciendo de el nuestro algo mejor. Una trampa con fraude. Lo que no quita, la atrocidad del acto. Y eso, que era el marido. Pero aquí en España, mueren a manos de sus maridos unas 70 mujeres al año, la mayoría, católicas. No somos tan buenos. Ni tan distintos. Al nacer, todos somos iguales en distintos lugares. Eso, será guía para nuestro camino; cadena o exención.
2 comentarios:
el crecimiento estadístico de los casos de femenicidio es feróz.
Lo que vemos en el islam, es la más abierta de las atrocidades, porque además está abalado por sus estados genocidas.
El lugar de la mujer, a pesar de decirse que vivimos en igualdad, continúa siendo hoy en día algo pendiente con lo que las mujeres debemos luchar constantemente.
Aquellos casos son los más extremos y sin embargo, en la cotidianeidad de nuestras vidas, nos enfrentamos con la realidad de que el poder continúa aun en manos de los hombres.
Se hace dificil y cansa, pero hay que pelear, y no solo las mujeres, sino también los hombres, al menos, para las generaciones venideras.
Ver la diferencia y asumirlas, siempre es un paso.
Un beso
Lila
Lila;
Completamente de acuerdo. Debemos mejorar aún en muchos aspectos. El papel de la mujer ha sido siempre trascendental aunque no siempre reconocido.
Poco a poco avanzamos hacía una sociedad más justa, pero el camino será largo y difícil; el machismo, es, un patrimonio demasiado provechoso para los descorazonados, para olvidarse de él con facilidad.
Un saludo.
Publicar un comentario