miércoles, 25 de mayo de 2011

De encaje.

 
Muñeca de encaje.
Trapos sucios.
Ajuste hasta en la tristeza.
Y en esas sabanas olientes,
Mentías a gemidos de proeza,
Mis esfuerzos de pudiente.
Sin amor ni placer ni querer.

4 comentarios:

Lila Biscia dijo...

uf, la desolacion del cuerpo acompañado, es horrible.
de las sensaciones mas feas que hay...

besos

Dany dijo...

Es estar mucho más que solo. Abrazo.

Jou McQueen dijo...

Lila, que razón tienes. ¡Viva la soledad! Bien llevada.

Un saludo.

Dany: Es estar, mal acompañado y no por la compañía.

Un saludo.

Malena dijo...

¡Cuál era el precio de los gemidos? ¿Valió la pena el esfuerzo de pudiente?