lunes, 20 de junio de 2011

Las esencias más pequeñas.

G. VANDEN WIJNGAERT 

Se distanciaron como si él fuera la estación y ella el tren, que acaba de partir. Eléctrico o de carbón, qué más da si no sabían el porqué.  Se desunían bajo el mismo techo, en la misma cama y en silencio, en ese maldito silencio que todo lo entierra, incluso el hacha de guerra. Se desunían como se desune el nudo de los zapatos, siempre, en los días de lluvia si no está fuertemente atado, pues si es así, se endurece como si se consolidase, a veces, si tardas demasiado en querer desatarlo, tienes, que tirar el cordón o el zapato y con él, su pareja. Y ellos, eran como un par de zapatos, que uno, sin el otro, es, o parece inútil. Quizás él de deporte y ella con tacón y lentejuelas, pero andaban mejor juntos que por separado. Y sin saber por qué, igual que a veces se va la luz y viene la oscuridad envolviéndolo todo. Ese gris sombrío, subyugó la relación hasta el extremo del mutismo imperioso. Y con él se fue, la ilusión, el amor y la gama de colores que tiene la felicidad. Solo les quedo, muy adentro, una pizca de querer, ceniza, que no llegaba a brasa.
En esa oscuridad de una noche de tormenta, en la que la luz se marcha para incordiar o no, y llegan las prisas para encontrar esas velas, que nadie recuerda donde se guardaron la ultima vez, ellos, sin saberlo, a oscuras, tomaron la misma decisión en el mutismo que estaban sumisos y uno desde la cocina y otro desde el comedor, tropezaron, en la habitación de los desordenes qué paso a ser la de el desenfreno. Y allí, a oscuras, entre el álbum de fotos viejo,  los libros de la universidad, la velas apagadas, el polvo, la ropa de invierno o la de verano, el cuadro ese tan feo que les regalaron en alguna ocasión, todo lo pasado y guardado, a modo que se guardan los recuerdos en la memoria, muchas veces sin conocer el porqué ni el cómo, se reencontraron, descubriéndose, con todo, lo que ello conlleva. ¿Para siempre? Admito no saberlo.
Y os preguntareis, que tiene que ver eso con la imagen.
Si somos, a menudo, las personas, tan idiotas para que nos pase esto. ¿Cómo intentar cambiar el mundo? Lo único que os puedo decir es: empezando por las esencias más pequeñas. 

9 comentarios:

Lila Biscia dijo...

"para los que no creyeron...
para los que no confiaron en mi...
QUE LA CHUPEN!"

jajaa sorry, pero hoy tengo graaaaaaaaandes problemitas con el tema del amor...

estoy asi:
http://www.youtube.com/watch?v=7tkLc2npBZg

besos

Lila Biscia dijo...

(dedicado tambien a mi amiga del alma, por supuesto!)
little R&R! ;)

Dany dijo...

Esas pequeñas esencias parecen ser las que primero desaparecen a los ojos. La falta de luz las congregó pero nadie sabe por cuanto tiempo. Nada puede cambiar sino empezamos por dentro.

Jou McQueen dijo...

Para tus grandes problemitas... del amor, o del amar.


http://www.youtube.com/watch?v=1Z1LHJUAdRo

Ah!!! Para Pequeña también.

Un saludo.

Dany: Justo eso es. Y desde dentro hacía fuera. Siempre.

Un saludo.

Lila Biscia dijo...

un viejo blues...♫♪

http://www.youtube.com/watch?v=G2vU3v-iuS0


(ahora cambio de sintonia mental, mejor, je)

beso

Jou McQueen dijo...

Voy a perder....

http://www.youtube.com/watch?v=a1bFSHIhmwo

Vaya usted con dios!!!

Un saludo.

Malena dijo...

A veces, se ve mejor en la oscuridad.

Gala dijo...

Mira Jou, por un momento me he visto como el zapato de tacón... me has puesto un nudo en la garganta... tan identificada me he sentido que aun estoy intentando recuperar el aliento...

Lo mas bonito... el reencuentro de no se sabe cómo ni por qué...creo que aunque no quedan brasas...en ocasiones, la ceniza se borra de nuestras almas y las deja a su libre albedrio...(pero solo a veces..)

Me encantó tu reflexión final.

Un besazo.

Jou McQueen dijo...

Malena: A veces, según la fealdad. Y otras es mejor disfrutarlo con la luz encendida, para poder recordar el momento, cómo algo eterno. ¿No?

Un saludo.

Gala: Gracias. Y sí, puede que sí sea, a veces. En otras tantas, las cenizas, se la lleva el viento.

Un saludo.