Tres estocadas;
como tres puñaladas.
Dos para mal herirlo:
Una para matarlo.
La fiera cae en la arena
y muere sin pena.
Muerte fría,
en la plaza de Gandia.
El odio del torero
lo deja en el suelo.
No hay duelo,
tampoco consuelo.
No con la muerte vengaba
a su dulce hermana.
Amor, ella quería,
no llanto en la lejanía.
2 comentarios:
Práctica que me cuesta entender....pasión ajena a mi. Abrazo!
La de los toros, también a mi Dany! La de matar a un tio porqué ja jodido a una hermana, no tanto.
Un saludo.
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