lunes, 21 de octubre de 2013

La felicidad

La manzana se halla tumbada
En el jardín de la odisea.
Los enanos bailan solos
Movidos por los vientos.
La serpiente huye despavorida
Por el brotar de vida.
No hay hierba fresca, ni galantería foral,
Más bien, la vegetación escasea
Y la luz, es artificial.

Los Gnomos son dueños.
Actores de sueños. Propietarios
De instantes fugaces, eternos.
Todos. Sin ser concientes, ellos.
Pequeñas criaturas. Diminutos
Hombrecillos, que van de aquí para allá.
Cómo recogiendo quimeras.
Sin tiempo que perder.
Corretean entre árboles deshojados,
Cursos de ríos enjaulados,
Esquivando peceras vacías
Y pájaros volando en cuadros.

Descomponen el paraíso
Transformándolo en un desbarajuste.
Alterando el horizonte y el convivir:
Paisaje lunar donde pasear.
Mientras, sieguen revoloteando,
Igual que insectos en el fruto podrido,

Por la felicidad. 

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