Dejamos atrás el
2.013 igual que se dejan atrás estaciones de trenes, amores, hojas secas o en
blanco o con poco contenido. Celebramos no sé muy bien si el haber conseguido
pasarlo o puede que tan solo sea estar en este 2.014 que no sabemos que nos
deparará. Últimamente empujamos días igual que se empuja el estiércol. Mitad desesperados
o resignados, mitad indignados y optimistas. Transcurriendo sin saber muy bien
por qué por un tiempo, que como un enlace de metro, nos lleva o arrastra de un
trayecto a otro, de la fiesta a la
resaca, del suelo al subsuelo o de la realidad a la existencia. Y sin embargo, saboreamos
épocas pasadas como si fueran un dulce, diluyéndose garganta abajo.
Cuando la noche
era la eternidad y algunos amaneceres excusas baratas para parecer un poco
más mortales de lo que nuestras caras, en contra de nuestros cuerpos, querían
aparentar. Ahorcando una juventud sin otoño ni invierno con elegancia o eso nos
creíamos. Cobardes de mañanas muertos, cadáveres de rutina, de tristeza, por añoranza. Desvaneciéndose
como el humo en el cielo estrellado. Verdugos de instantes, instantes capaces de hacerte
sangrar, purgar, hallar la necesidad de revivirlos aunque sea en la memoria, mientras
conduces, por una oscura carretera secundaria, rebuscando algún CD para subir
el volumen y cantar gritando o gritar cantando, aunque sean unos segundos. Y creer
que la velocidad con la que pasa todo es tan esperpéntica que asomarse por la
ventanilla a mirar el paisaje que vamos dejando atrás, da vértigo. Y nauseas.
Por no conseguir digerirlo. Igual que un yonki no digiere el mono. O un mono al
yonki. Pero es que… ¡joder! ¿Qué tiene sentido?
Somos presos del
tiempo. De este cabrón que nunca ha tenido misericordia por nada ni por nadie.
La distancia únicamente es una coartada suya. Creo que no nos movemos;Sinceramente. Siento un
verdadero desapego por quienes intentan ya derrotados antes de empezar, una batalla
contra él. Por otro lado, procuro mantener un aprendizaje constante de cómo sobrellavar
cada uno de sus garrotazos. A veces lo consigo.
Feliz año.
1 comentario:
Lo mejor debería estar por venir. Sino...las cosas empiezan a carecer de sentido jaja
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