Días atrás, sonó el teléfono, y respondí con toda naturalidad.
Resultaba ser una señorita que preguntaba por mi persona. Por fin te encuentro exclamó.
Como si me conociera de toda una vida. Yo, confuso, pregunté a ver quién era. Seguramente no me conocerás, contestó. Dejó salir de su boca con voz sensual un nombre, que ahora no recuerdo, pero provenía de las españas. Y pues, como es que usted me buscaba. Explicó que unos veranos atrás, nos encontramos vacacionando en Salinas, un pueblo costero de Oviedo. Sigo sin recordarla contesté ya preocupado. Por mí memoria más que nada. Seguramente no me recordarás, no nos conocimos personalmente, susurro por el telefonillo. Y pues, insistí. De esas vacaciones, que hicimos yo y un amigo, guardo una foto como un tesoro, respondió con media vergüenza. Y yo que me alegro, sin saber demasiado que contestar le dije. Parecía contenta solo con escucharme, me dejaba hablar, sin tener yo nada que decirle. Así, esta conversación no me lleva a ningún lugar, o empiezas a resolverme dudas o voy a colgar. No, no, no se apresuró a decirme, voy enseguida a aclarártelo todo. Esa foto de la que te hablado antes, era una tomada, al salir del hotel, en la que salías tu y una amigo de fondo. Después de mucho preguntar en el hotel por ti, e infinidad de negativas, por parte suya, decidí entrar a trabajar allí para poder sacar información. Des eso hace hoy cuatro años y por fin te encuentro. He tenido que hablar con tus padres antes de esta llamada, una mujer muy educada tu madre. Perplejo, frío y una curiosidad inmensa se apodero de mi. Sin pensarlo colgué el teléfono. No ha vuelto a llamar.
2 comentarios:
Mira que si era la de la foto de sota, tindríem en Clarà distret i aplaudint com a la foto tot el sant dia. Alf
Es una història surrealista de les teves ? De totes maneres dedueixo que de tot plegat sols hi ha una averitat certa:"lo educada que es tu madre".O no????????
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