Pepe llegó triste, hundido. Nos contó, que había dejado a su mujer, la razón; porque había engordado. A mi me sorprendió, que no le diera ni la opción de adelgazar. Esperábamos, que no fuera por un embarazo no deseado. Y no lo era. Dijo, que ya no se parecía a su madre. Una mujer delgada, de cara larga y cabello oscuro, ahora que lo hablábamos, si que tenían alguna similitud. Lo que hacía suponer, que cuando Pepe se estaba follando a su mujer, lo hacía, porqué creía que se parecía, por no decir otra cosa, a su madre. En seguida saltó Pedro alegando que a él, le pasaba todo lo contrario. Es decir, que eligió a su mujer a disparidad de su madre. Escandalizándose por la veneración (por expresarlo de alguna forma suave) de Pepe.
- ¡Vaya complejo! le dijo Pedro.
-¡Que complejo voy a tener si os lo estoy contando! chillo.
-No digo tu, idiota. Digo tu mujer. Le recrimino Pedro.
-¡Mi mujer! por que ¿a ver?
-Coño, que debe haber pensado, cuando le has contado que la dejabas porque al engordar ya no se parecía a tu madre. Pobre María.
-Tu eres tonto, pero rematado. De verdad, crees, que le he confesado la verdad. Le he dicho, sólo, que era, porque ahora estaba gorda.
-Pues peor aún, a ver si por ti, sufrirá de anorexia.
-Puede, que luego vuelva a quererla. Ojalá.
-Eres un ser despreciable, no se ni que hago aquí contigo.
-Claro esta. Tomar una cerveza. Aguantando mis penas, por eso están los amigos.
Yo, permanecía callado en el rincón de la mesa, pensando; porque mi mujer me había elegido a mí. Mi suegro, era…
2 comentarios:
pelado? su suegro es pelado?
Excelente historia... daba ganas de partirle la botella de cerveza en la cabeza a su amigo (o pedirle el teléfono de la gordita!)
No, mi suegro no es pelado, esta. Que es más jodido. Mejor las dos, aunque eso sí, primero el teléfono, sino dudo de que quisiera darlo.
Publicar un comentario