jueves, 23 de agosto de 2012

La noche.


-¡¡¡Es por culpa del consumismo!!! ¡Qué gran escusa!- Grité, después de que un amigo achacara sus deseos de  adulterio a los tiempos en que, según él: La variedad, puede a la profundidad.  
–Nos han inyectado a través de la publicidad, en todas sus formas el gusto por la diversidad, al cambio, incluso en lo más hondo de nosotros, eso hace, que al cabo de un tiempo de poseer algo o a alguien, suframos la necesidad de innovar hasta en lo que menos nos conviene; la pareja- Concluyó él.
- Sí. Sin embargo, una vez te has acostado con otra, esperas, que el amanecer no llegue. Para no darte de narices con la realidad de cada día. Y como no es posible hacer un retroceso en el tiempo, la mayoría lo esconden hasta el momento en que son descubiertos, porqué casi siempre son descubiertos, nunca lo dejan en el primero, es como asesinar, no se puede hacer solo una vez y, a parte de quedar como unos falsos, a menudo, caen en depresión porqué pierden a su familia. Dijo un tercero.
- ¿Qué has asesinado a alguien? Pregunté.
-No, para nada.
-Así, tú, ¡has sido infiel! Le dijo, el mismo que lo quería ser, como esperando encontrar un compinche.
-Tampoco. ¿Cómo quieres? Si yo, aún estoy enamorado. Se intento defender con esa justificación.
- ¡Es imposible! Le replicó. –Si llevas ya más de cuatro años con ella, y el amor esta probado, científicamente, que solo dura tres meses. Que es algo físico, químico, y no dura para siempre.
-Eso te debe haber pasado a ti, sin embargo, a mí, te puedo jurar, que el amor no se me ha acabado.
Lo observaba y escuchaba todo desde la distancia, intentando conseguir que no me pusieran en medio de ese embrollo de sin saberes. Procurando descubrir qué opinaba yo.
-También Rajoy dijo que no subiría el IVA en campaña electoral, como iba a convencer a mi mujer, si no le juraba amor eterno. Todo el mundo miente y el que diga que no; dos veces. Reprocho un amigo al otro, votante del PP.
-¿Cómo lo podía saber yo? Preguntó.
-¿El qué? ¿Qué Rajoy subiría el IVA o que el amor se acababa? Le pregunté.  
-¡Es culpa del consumismo, todo! creedme, nos han engañado a todos, como a chinos.
Siempre me pregunté porque se dice ”Como a chinos”.
-  ¿Quizás nos hemos dejado engañar? Pregunté, y quedo la pregunta en el aire, como queda la niebla cuando no termina de levantarse.
- ¡Follad todo lo que podáis, que lo único seguro, es, que nos moriremos! Nos intento convencer otra vez, de adulterio, de forma menos fina, más fúnebre o quizás, más católica, al fin y al cabo, ellos también llevan captando fieles con la muerte desde su nacimiento.
- Dejemos de consumir pues, y vayamos a dormir, que la noche ya no nos da para tanto.    

3 comentarios:

Dany dijo...

Formas de ver las cosas.....yo prefiero la profundidad aunque reconozco que puede agotar.

Entre el amor y Rajoy hay una gran distancia.....solo la noche cansada los puede juntar jajaja

Abrazo!

Gala dijo...

Jajaja, eso es como tirar la piedra y esconder la mano.
Echale la culpa al pavo!
jajaja, me gustó esta entrada, me recordó una que tengo escrita y aun no publiqué tal vez por pura pereza, este calor...
Me reí con la cosa de encontrar la justificación una vez hecha la cosa, o un compinche para quitar la culpa...
Bueno la infidelidad es como todas las cosas, una más.
Quien quiere y tiene oportunidad lo hace, unos lo llevan mejor que otros, la cosa del remordimiento, pero lo que está claro es que nadie confiesa hasta que no son pillados... justo igualito que Rajoy, no reconocerá sus errores ni que se de con ellos en toda la boca, y aun así intentará mirar a otro lado.
Lo bueno de esto es que en un momento u otro se irá.

Besitos mediterráneos.

Jou McQueen dijo...

Dany: La profundidad, yo también me quedo con ella. "Más vale borracho por conocer que alcohólico anónimo" o eso dicen.

Un saludo.

Gala: Sí. Me alegra que te hiciera reír. El "quien quiere" me ayudo mucho a entender la teoría. De Rajoy no digo más.

Un saludo.