martes, 25 de noviembre de 2008
Mi coche.
Si pudiéramos reemplazar nuestro cuerpo como lo hacemos con el coche, posiblemente, nos daríamos cuenta más veces de cómo pasa el tiempo. Pero no es así y al no cambiar esté modo de transporte, que por suerte no se nos estropea demasiado pero se deteriora un montón, hace que gracias a la moda y el capitalismo, no nos parezca que haya pasado tanto tiempo. Mi cuerpo, un cuerpo de veintiséis años aún parece bastante joven, fuerte e incluso moderno, pero la verdad es que ha aguantado ya veintisietes primaveras, los mismos veranos y otoños y un inverno menos que ahora está por llegar. Espero que el tiempo, aunque siga conduciendo el mismo cuerpo, me respete como lo ha hecho. Y es que siempre voy a la ultima moda…
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