jueves, 5 de marzo de 2009

Güisqui.

Pero ahora sin saber porqué, me he acostado con un hombre. Siempre me habían gustado únicamente las mujeres, los hombres no levantaban ningún instinto en mí. Desde niña, que me gustaban las niñas. Y hoy, me he levanto al lado de un hombre demasiado varonil. Quizás hacía más de un año ya, que había dejado de beber. Pero ayer, y ahora mismo no recuerdo el porqué, volví a beber. Debo despejar mi mente, reencontrarme con mis recuerdos. Quiero saber porqué he dormido al lado de este monstruoso ser. Se que salí de casa en busca de diversión, pero diversión femenina. Siempre salgo a buscar alguna feme fatal, aunque acabé muchas veces con alguna fatal feme. Fumé, fumé un poco, y de repente a se acercó él, ha hablarme despacio, excesivamente cerca de la boca. No sé que me decía. Y ahora, lo siento murmurar, creo que se está despertando, se está girando y empezará hablarme, no se que decirle. Y sin pensar empiezo a besarle (sin saber porqué) y de repente lo recuerdo. Era ese olor a Güisqui, el que me volvía loca, ese dulce olor a noches de gloria, de ensueño, de desmadre, de galope. Solo era por su aliento, pues lo deseaba para mí.

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