Llovía afuera y yo sin paraguas, me di la vuelta, y volví a entrar. No me gusta mojarme el pelo, me plantaré en el sofá igual que una hortaliza, sin nada que hacer, y dejaré pasar la tarde, mientras se va el amor, como el agua, calle abajo. No quiero más que descansar, de estos días de primavera, tan llenos de vida, de sexualidad. Me duele todo el cuerpo, de pretender hembras, y yo, siempre tan generoso. Esperaré que pase el tiempo, y se lleve con él, este nubarrón. Y si por infortunio no es así, jugaré, acechar algún ratón.
1 comentario:
Dejemos que el amor corra como el agua.... calle abajo...
Si un milagro no ocurre... nos daremos cuenta que... era solo eso... agua
Un beso y un abrazo...!
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