lunes, 28 de febrero de 2011

El barranco.

Ella estaba casada. Desde hacía demasiado tiempo. Por eso él, le propuso ir hacer senderismo. Por parajes bellos y difíciles. Excitantes. Olvidando la familia en casa; toda.

A primera hora de la mañana quedaron en tierra neutra. Él la pasaba a buscar con su auto y ella le esperaba sentada en el mismo banco de siempre. La sorpresa, fue al ver que ella, traía a uno de sus dos hijos. –No he podido hacer otra cosa. Explico al subir. Él, no cambio los planes, solo y quizás, el final. Pero se resignaba.

Al llegar, explicó, que era una senda un poco compleja. Pero con cautela y tranquilidad, no tenía porque pasar nada. Empezaron a andar y todo iba maravillosamente. Él, como macho alfa, ella, lo seguía y el niño feliz, por hacer lo que nunca haría con su padre. No obstante, cuando todo va bien, lo único que puede pasar es, que algo falle. Y falló. En un descuido, el niño perdió el equilibrio y cayó por el barranco. Lo justo e injusto, para morir. Él, la miro a ella.

4 comentarios:

Lila Biscia dijo...

uh! wow!
valiente relato! dificil ponerlo en palabras! muy bueno!
besos

Jou McQueen dijo...

Gracias Lila.

Un saludo.

Dany dijo...

No se si me cae bien el tipo este. Macho Alfa...y que más? Buen post. Abrazo!!

Jou McQueen dijo...

Grcias Dany.

El mundo esta lleno de tipos de esos.

Un saludo.