viernes, 18 de noviembre de 2011

Persona o objeto.

René Magritte
Le modèle rojo (1937)

La primera y la tercera semana de cada mes, me gusta: madrugar, desayunar unas tostadas con mermelada acompañadas con un café con leche, tranquilamente, aunque me suponga levantarme treinta minutos antes, así, ya no vuelvo a tomar nada hasta la hora de comer, luego, asearme; limpiarme la cara, peinarme, desodorante y un poco de colonia e ir al trabajo.  En la segunda y la cuarta, en cambio, prefiero dormir un poco más, al despertar darme una ducha rápida tomarme un cortado y con prisas, casi siempre apunto de llegar tarde, salir hacía el trabajo, desayunando a media mañana en el bar de la esquina. En la primera y la tercera, me inclino a llevar un taper con algo cocinado en casa, normalmente, verdura al vapor y pescado a la plancha, alguna fruta de postre y aprovechar el rato libre para dar un caminata por el parque que queda al lado. En la segunda y la cuarta, degustar el menú grasiento que siempre preparan en el mismo bar donde desayuno, con un flan de postre y café largo, y dedicarme a leer el periódico hasta justo antes de volver a la oficina. En la primera y la tercera, al salir, me encanta dar un paseo por la ciudad, pausadamente, sin hacer mucho, parar en algún café a tomar algo y leer un poco alguna novela romántica o ir al cine, después al llegar a casa, bañarme tranquilamente con todas las sales, jabones, cremas y demás, ponerme el pijama, hacer una cena Light y mientras ceno mirar ese programa tan entretenido, en donde siempre traen un invitado famoso. Luego si el cuerpo aguanta una peli o un poco de lectura y a la cama. En cambio, en la segunda y la cuarta, al finalizar la jornada, a prisas, salir hacía a casa, ponerme la ropa de deporte e ir a correr, en bicicleta o andar, durante al menos un par de horas. Volver, comer algo, sin preocuparme demasiado qué, una ducha, sentarme en el sofá a ver fútbol o el telediario, ver los resúmenes de otros partidos o esa serie de acción y, más tarde, el programa de debate, conectarme un poco a Internet o leer un poco de poesía en voz alta a poder ser, en definitiva, acostarme bastante tarde. Pero siempre, en la primera y la tercera semana de cada mes, en la segunda y la cuarta y si ha quinta también, desde que me independice, antes de dormirme, justo antes, en esos momentos en que no eres tu quien piensa sino el cerebro, por si sólo, esa pregunta regresa al pensamiento ¿Quién soy yo? Y la única respuesta que encuentro es, que soy, lo que ninguno de los dos quisisteis ser; por eso, vuestro divorcio, por eso, mi custodia compartida.            

5 comentarios:

Gala dijo...

Vamos a ver Jou.. o no entendí nada o lo entendí mal...

A ver... lo he leido dos veces... y he sacado la siguiente conclusión.. este niño, fruto de una custodia compartida, con habitos distintos, modos de vivir tan dispares, sufre ahora de adulto las consecuencias de esas dos vidas tan dispares que ha tenido que compartir con sus padres mientras ellos le tenian a semanas alternas...

Lo cual, si es el sentido de tu entrada, me parece que es algo que pasa en muchos matrimonios...
Cada uno con sus historias y hábitos, sin ceder ni un milimetro en sus propuestas y cuadradas vidas, arrastran consigo a sus hijos... sin darse cuenta de que no les facilitan la manera de vivir, obligándoles a adaptarse constantemente...

Una vez independizados... siguen teniendo demasiadas preguntas por resolver.. y demasiadas cosas de ambos, adquiridas, aun sin querer...

Besitos mediterráneos.

Lila Biscia dijo...

excelente.
pero excelente.

no hace falta que diga más.
un final aplastante.

beso grande

Cristina. dijo...

Me temo que las separaciones poco tienen que ver con los hijos. Y menudo jaleo de semanas ,¿Porqué no hace lo que le apetece independientemente de la semana que sea?.Lo que he entendido es que tiene los hábitos de su padre, y los hábitos de su madre, y los va altenando.A saber lo que he entendido...
Seguro que a mas de un padre/madre le encantaría ser como su hijo,si te separas a veces es porque al lado de esa persona no eres en realidad quien te gustaría ser.

Dany dijo...

Muy bueno el juego con misterio. Pensaba que yo soy parecido....hago cosas bien distintas.....pero no hubo divorcio asi que seré yo nomás el inestable jajaj.
Muy bueno Jou! Abrazo!

Jou McQueen dijo...

Gala: Yo no lo hubiera expuesto mejor. Así es.

Un saludo.

Lila: Gracias. No más.

Un saludo.

Cris: Pero influyen infinitamente en la evolución de ellos. Lo entendiste bien. Pues lleva tanto haciendo lo mismo las semanas pares y las impares, que es su vida, esa, así. Si según con quien estés eres o no quien te gustaría ser, mal vamos.

Un saludo.

Dany: Quizás lo suyo sea un problema más difícil de sanar pues. jajaja. Gracias.

Un saludo.