Hoy. Me he levantado con ganas de cagar. Perdóneme por ser
tan escatológico. No literalmente. Con ganas de cagarme en casi un sinfín de
cosas que dominan este mundo y que por tiempo y memoria, seguramente sea más lo
segundo, no podré cómo a mí me gustaría, vestir un con bonito traje o vestido,
de mierda.
Podría hacer una lista, enumerada y con una explicación del
porqué llenar de heces a los comportamientos de una mayoría de humanos. Qué sin
duda no llego a comprender. Sé, de buena tinta, que el problema soy yo. Que es
culpa mía por imbécil. Por estar demasiado tiempo pensando y a su vez diciendo tonterías.
¿Pero de verdad tenemos tan poca memoria? Eso sí, para según qué cosas, claro
está. Colectiva o individual, me da lo mismo. Nos creemos que los millones de
refugiados han desaparecido. ¿Qué el problema está solucionado? O ¿Qué las
personas que se mueren intentando cruzar el mediterráneo se las traga el mar y
ya está? ¿Tan poco nos importa una vida humana, si no es familiar o amigo? ¿Nos
creemos dioses para decidir quién puede morir y quién no? Mientras nos seguimos
mirando el obligo y hacemos una revolución de sonrisas creyendo en el edén. Eso
sí, para nosotros, los otros, aunque
sean muchos, que se mueren, y nos da igual si de hambre, ahogados, de frío o de
sida o lo que sea que les pase a los miserables. Y sin embargo, el cáncer nos
preocupa y mucho, no vaya a ser que nos toque a nosotros, con lo que vale
nuestra vida - Hay que joderse, no le podría haber tocado al vagabundo ese, si
igualmente míralo- O con lo bonito y verde que se ve el parque des de mí ático,
para que preocuparse por la amazonas o la puta áfrica, si ya nos hemos hecho allí
unas reservas muy simpáticas y similares a las que hicimos con los indios para
ver la naturaleza salvaje, con un todo incluido pasas unos días muy primitivos.
Pero que no vengan hacia el primer mundo que aquí ya vivimos mucho más
evolucionados para su capacidad y si lo hacen, que sea para mano de obra
barata. Seguiría pero…
Y aunque me levantara cada día con los mismos retortijones
no podría con una vida entera, esparcir suficiente estiércol, para abonar las
conciencias de algunos egoístas, todos ellos o la mayoría, hijos de la suerte
por donde han nacido y de quién. Aunque el apropiamiento indebido venga de
siglos atrás y la moral como el dinero, la mayoría de veces sea cuestión de genética.
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