martes, 7 de octubre de 2008

Curiosidades.

Un amigo dice que su sexualidad está vinculada al reloj, indiferente es que sea lunes, jueves o domingo, a ausencia de puntualizarlo. Por la mañana dice que como el café, su compañera de piso se le, o la, pondría bien. Al llegar medio día pasa unas horas asexuales, hasta media tarde más o menos, yo dudo de la verdad de este espacio temporal, si es, que se mantiene despierto. Y desde entonces hasta el amanecer, es todo lujuria. No importa ni la edad, ni la calidad, ni la persona solo que sea en femenino y femenina. A mí por ejemplo, no me preocuparía excesivamente si es por la mañana, por la tarde o por la noche, pero si las características de la chica. En fin, curiosidades de una vida repleta de ellas.
Tan curioso cómo poder entender yo, ese odio hacía al extranjero. Por otros, que en seguida se llenan la boca que si “nos roban el trabajo”, “colapsan la sanidad” o “no se civilizan”… Se les debe haber cubierto de polvo la memoria, de no hacerla servir. Una deliciosa pasión han mostrado la mayoría de autóctonos, por esos trabajos tan bien remunerados, económica y personalmente. Querer vivir o sobrevivir, es delito a ojos de algunos. Y civilizarse les convendría a la mayoría de hijos, de estos que gritan civismo. Vergüenza desconocida para estos seres humanos, mancados de humanidad. Ricos por derecho de nacimiento, por el azar del destino. Paseándose como autosuficientes por encima siempre de seres inferiores. Tan inferiores, que su vida vale tan poco, que prefieren jugársela cruzando el mar, antes que mal vivirla. Y perdonar por errar en el adjetivo de curiosidad, sino que lo que siento es repugnancia, y un deseo hacía estos racistas; que la vida les haga comprender, la triste subsistencia de estos esclavos de un futuro mejor. Pero en fin, curiosidades de una vida repleta de ellas.
Como dicen mi padre y mi hermano, ¿Cuantos años lleva Africa olvidada en una crisis eterna?

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