“Autocaravanero”.

Que esperas el autobús, dijo, el “autocaravanero”. A la mujer sentada en el arcén.
Ella respondió que no. Pero si quieres, le dejo pagarme un viajecito. Y así lo hicieron. Subió al hotel con ruedas y se fueron a recorrer mundo. Días después de muchos kilómetros y más sexo, enlazaron sus caminos. Ella le había regalado su cuerpo, en su totalidad. Él, un bonito viaje, y la identidad de su mujer difunta, para que disfrutara, de la vida que se había dejado por vivir.

Brisa.

Otro día sin ti,
Otra vez, sin que estés aquí.
Sólo, ante miles de añoranzas,
Sólo pensando en un ayer.

Pájaro, que cantas,
Sol, que llenas de calor,
Lluvia, mucho me borraste,
Frío, no entres en mí corazón.

Brisa que pasas pasando,
Y en tu pasar,
Helado queda palpitando,
La sangre, olvida continuar.

No mires nunca al suelo,
Allí nada bello hay como tú,
Y sin consuelo,
Espero hallar en ti,
Lo que no anduve en mí.

Buscarte…
Sin encontrarte,
Luchar siempre con palabras,
Y de escudo, un corazón sólo,
Una, y mil batallas,
perdidas...

¡Maldito perro viejo!

Como el perro del señor,
Que le muerde la mano,
Sólo por rabia y sin honor.

Sedicioso se va aullando,
Con miedo en la mirada,
Y la inquina masticando.

Gozado por la rabia,
¡Maldito perro viejo!
Ensangrientas con tu ira.

Si fueras conejo,
Mis balas serian para ti,
Pero sólo eres un perro y viejo.

La rabia te posee, si,
A tu valedor exhalas,
Y es tu sarna, quien te exige acometer así.

Se te queman las alas,
¡Maldito perro viejo!
Te pirateen las velas,
La avaricia de tus vientos.

Ensueño.

Risa de mis risas,
Destino de mis besos,
Ardor de mis ilusiones,
Miedo de mis huesos,
Por tus tormentos y aflicciones.

Sin ser República.

Ayer erré. No fui a votar.

La voluntad se dejó poseer por la apatía, de una campaña equivocada (por mi forma de ver), del partido que normalmente tiene mi respaldo. Tanto fue el desinterés hacía estos comicios que lograron hacer crecer en mi persona, que hasta la 20.30, no recordé que ayer era el día. Europa me inquieta, tanto, que hoy al levantarme no me ha sentado mal ver la abstención tan alta (incluyéndome), y más, respecto a otras elecciones. Creo en Europa, en la unión de los pueblos, de los ciudadanos, no de los políticos, y si de las políticas. Creo en un futuro juntos; mejor, más federativo y menos fronterizo. Ayer erré yo, y muchos. Pero también lo hicieron los partidos (Sé que no es excusa). La ultima campaña que vimos en los medios, fue la de Obama; tan nueva y moderna, alegre y sobre todo optimista. Y sin tiempo para digerir tanta euforia, nos metemos de cabeza en un período electoral, aquí, en el viejo continente, que huele a gastado, a rancio, a no tener ideas, ni futuro ni presente, sólo pasado. Y desde ese pasado, nos quieren hacer mirar al futuro. Una Campaña de aviones, guardaespaldas, caras desagradables, Mayores derechas, y menores izquierdas, una campaña llena de nada nuevo. Pero en fin, asumo que erré.

Cruyff, cuando el Barça perdió contra el Español en casa, a media temporada, escribió en su columna de el Periódico, que nunca, resumiendo, una derrota había ido tan bien a un equipo. Era el mejor momento para que pasara y pasó; por el contrario, por pasar en casa i por el momento de competición. Esas mismas razones, y una más les han pasado al PSOE, mejor perder en estos comicios que en las generales, a ver si así cambian su forma de hacer política y marketing. Y la una más, es que sobre todo Rajoy, se afiance como líder del PP para las próximas. Quizás, vuelvan a creer que la extrema derecha de Mayor Oreja, Esperanza Aguirre… les conviene.

Y por último, felicitar a los votantes de Madrid y Valencia, para dar su confianza a todos los políticos imputados en distintas tramas, así conseguirán que este país se parezca; a la República Bananera Italiana, pero sin ser República.

No quiero más que descansar.

Llovía afuera y yo sin paraguas, me di la vuelta, y volví a entrar. No me gusta mojarme el pelo, me plantaré en el sofá igual que una hortaliza, sin nada que hacer, y dejaré pasar la tarde, mientras se va el amor, como el agua, calle abajo. No quiero más que descansar, de estos días de primavera, tan llenos de vida, de sexualidad. Me duele todo el cuerpo, de pretender hembras, y yo, siempre tan generoso. Esperaré que pase el tiempo, y se lleve con él, este nubarrón. Y si por infortunio no es así, jugaré, acechar algún ratón.

Amargura.

Llovía afuera y yo sin paraguas, igual que siempre, pelada con mi suerte. Una vez, cuando me había aclimatado a la soledad, llegó él, con el amor. Y en el tiempo de familiarizarme, ya se lo había llevado. Demora de sentimientos inútiles. Cundo tenía precaución, no había acción, y cuando había ardor faltaba prevención. Un sin fin de despropósitos, es mi vida. Cuando era joven no me comercializaba por nada, ahora, por nada me compran. Esquina, única amiga, abandonada en tu amargura, escribo mi triste historia. - ¡alguien me presta un paraguas, por favor! Nadie contestó. Al salir, robaré uno, pensé. Y al tomarlo, dejó de llover.

La perra está...

Sonriéndome, con mirada felina,
picara ella, mal que me pesa,
le expongo que no, con ironía.

La perra está, exhibida encima de la mesa.
Le digo que no, y no por pavor,
se relame y cree, que soy su presa.

Otro botón no, por favor,
abróchate, no te resfríes,
me conozco y conozco, mi fervor.

Estate quieta con los pies,
no observas el anillo, es de compromiso.
Me inquietas, ya lo ves.

Y no tienes mi permiso,
déjate la falda puesta,
mientras, olvido lo preciso.


Que sino, cierro la puerta esa.
Aún así, no paras quieta, al final;
Aullará, jadeará... la perra esta.

No ceso, y no me obres, experimentar mal.