sábado, 10 de octubre de 2009

¿De verdad le deben gustar las manzanas a Pepe?


Una pareja de mediana edad, entran a la tienda de comestibles. Ella le pregunta a su marido nada más llegar;
-¿Quieres manzanas, Pepe?
- Él responde que no. Rotundo, confiado de si mismo.
Ella, empieza a comprar diferentes artículos, y al rato, pregunta;
-¿Pepe, de fruta que quieres? Con un tono, ya más firme.
-Y Pepe, responde, rotundo, confiado, lo que tu quieras a mi me da lo mismo.
- Pues coge manzanas. Que es lo único que te comes.
Y Pepe, coge manzanas. Como si la escena que acaba de pasar, nada más entrar, fuera algo irreal. Algo no vivido. Como un tramite sin importancia. Como la opinión de un niño sobre política, o el cambio climático o economía. Aunque, podríamos también, obviar la opinión de la mayoría de adultos. En los cuales me incluyo.
¿De verdad le deben gustar las manzanas a Pepe? O le gustan a ella. Quien sabe.

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