A veces, andamos por la calle como zombis. Igual que poseídos. Únicamente atentos a nuestro destino y nuestra tarea. Sin divagar por los pensamientos que a menudo entran en nosotros sin llamar. Obviándolos. Pero en ocasiones, vienen vestidos de pasado, y sin saber por qué, estremecen el corazón. Desconozco, si es, por su belleza, su añoranza, o sensación tan viva, aunque muerto, descanse en algún lugar del cerebro. Pudiendo, incluso, llegar a desvanecerse. Puesto que ya se nos escapo, sería una tragedia dejarlos marchar por el trajín del día a día. Estoy, conformado de recuerdos.
5 comentarios:
hay recuerdos que querría que se desvanezcan, pero lamentablemente cada tanto, me los cruzo en los pasillos de mi trabajo...
besos
Lila: Mala hierba nunca muere. Aunque esos también sirven para no volver a caer en el error.
Un saludo.
Los recuerdos tienen su misión, buena, mala o regular... todo va en función del uso que les quieras dar.
A mi personalmente tambien me gusta retozar con ellos.. ha veces hasta me hacen sonreir.. y eso es un lujo que no quiero perderme.
Besitos, desde el mediterráneo.
Los buenos y los malos. Siempre estarán ahi para aparecerse si los dejamos. Un abrazo!!
Gala: Somos recuerdos. Y recordar a menudo, es revivir.
Un saludo.
DanY: es así. Siempre a punto. Si alguna maldita enfermedad no nos despista.
Un saludo.
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