viernes, 17 de febrero de 2012

El reflejo.




Al levantarme fui a la ducha. Al terminar y a acercarme al espejo observé, que el del reflejo, sin duda, no era yo. Durante los segundos que me lavaba la cara él, bostezaba. Mientras yo me cepillaba los dientes, él, se lavaba la cara. Al peinarme, él, se lavaba la cara. Y cuando me gire para irme, lo miré y sonrió. La siguiente parte del día, transcurrió con normalidad 

3 comentarios:

esa de afuera de mí dijo...

ay! personalidades multiples? je
besos!

Cristina. dijo...

¡qué miedo! Espero que sólo sea algo pasajero. No identificarse puede llevar a demasiadas comeduras de cabeza.

Malena dijo...

TU día transcurrió normalmente. El día del pobre que se quedó esperando en el espejo fue aburridísimo.