Al levantarme fui a la ducha. Al terminar y a acercarme al espejo observé, que el del reflejo, sin duda, no era yo. Durante los segundos que me lavaba la cara él, bostezaba. Mientras yo me cepillaba los dientes, él, se lavaba la cara. Al peinarme, él, se lavaba la cara. Y cuando me gire para irme, lo miré y sonrió. La siguiente parte del día, transcurrió con normalidad
3 comentarios:
ay! personalidades multiples? je
besos!
¡qué miedo! Espero que sólo sea algo pasajero. No identificarse puede llevar a demasiadas comeduras de cabeza.
TU día transcurrió normalmente. El día del pobre que se quedó esperando en el espejo fue aburridísimo.
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