miércoles, 11 de enero de 2012

El olvido.

Dices que nadie te conoce como tu misma. Y eso, sin embargo, te hace frágil y vulnerable. Cuentas, que quizás por esta razón, vuelves a caer una y mil veces, en los mismos errores. Justificamos, a menudo, nuestras acciones después de hacerlas. En tu caso, siempre es así y, mientras razonas tus actos evidencias la ignorancia de tus propias sombras. Dejas que la brisa ondule tu pelo y vuelvan las quimeras en forma de sonrisa, empequeñeciendo los ojos, reduciendo el campo de visión, mientras te desviste de malas formas, otra vez. Lo besas y te olvidas del pasado, te besa y las ganas de eternidad regresan para invadir lo que tú llamas conocerse. Y como nada es para siempre, él, acaba; y todo vuelve a empezar.        

4 comentarios:

Gala dijo...

Conocerse mejor que nadie no está exento de peligros.
Pero es que los y las hay que no aprenden nunca... se autoengañan compadeciéndose con la sutileza del que se conoce y procura no hacerse daño... pero el mal sigue ahi... apresando,y luego nos autocompadecemos y volvemos a la carga...

Así son las cosas y así se las hemos contado...

Besitos mediterráneos.

aliona dijo...

pues si,nada es para siempre,es verdad,y menos mal,que todo acaba,o al menos,yo lo veo así,
saludos y aliona

Jou McQueen dijo...

Gala: Buen coletilla. buena explicación. Pero, realmente nos conocemos mejor que nadie¿?

Un saludo.

Aliona: Quizás, algún día, nos sepa mal que nada, sea para siempre.

Un saludo.

quimeras dijo...

Jou: pero es que no se puede vivir sin quimeras... ;)
Además, elhumano es el único animal que comete el mismo error varias veces no? sobre todo cuando se habla de amor...
beso