miércoles, 24 de marzo de 2010

¡Bendito sueño!

Era fácil cuando no era normal. Extraño, a lo ojos de los demás. Normal a los míos ¿Qué es la normalidad? Siempre me lo he preguntado. Y nunca he encontrado una respuesta esclarecedora. 1. dicho de una cosa: Que se encuentra en su estado natural. 2. Que sirva de norma o regla. Estas son, las respuestas de la RAE.


Sí, me encontraba en mi estado natural. Seguramente, también, era mi norma, mi regla. Y sin decoro, mis próximos me decían; Que era demasiado extraño. Un tipo diferente. ¡Bendita juventud! Dormía de día, vivía de noche. Nunca repetía con la misma mujer. Ni dos noches, siempre, solamente una. Intentaba, levantarme, fuera el mediodía o la tarde, cada día, en una casa distinta a la de ayer. Vivir invitado a todo. Ser un gorras. ¡Carpe diem! Pero me enamoré. En una noche y para siempre. Y casi, se me olvida hasta mi mote; MR. Moon. Los consejos, siempre pesan.

Hoy, la vida que yo veo, como decía el poeta, anhela los extremos confines. Pero aquí me tenéis, sentado en la silla de una oficina, delante del PC, escribiendo de tiempos pasados, ¿quien sabe si mejores? Donde mi normalidad era lo extraño. Y ahora en la normalidad, me siento un extraño. Mujer e hijos. La normalidad me ha absorbido, como el cuerpo absorbe los alimentos. Depositándolos donde necesita. A mí, el mundo, creo, que me necesitaba aquí, aunque, seguramente, cualquier otro lo haría igual o mejor.

Pero lo descubierto es, que la normalidad a veces, no es lo fácil. Sino, que al contrario. En demasiadas ocasiones, es bueno salirse de ella, para poder encontrar un camino más llevadero. Aún, ahora, me sería imposible levantarme los domingos a las once, para acudir a misa. ¡Bendito sueño!

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