Perdidos.

Estábamos cenando un grupo de amigos, discutiendo sobre el salario de los futbolistas. La verdad, es, que son muy elevados, por no decir excesivos, en comparación con el resto de los mortales. Pero también es cierto, que su tarea no es sencilla. Tener abstraído a un país entero y parte del mundo, no es poco. Aunque no se si aún así, es demasiado. Lo que cobran claro está.

Faltan todavía, unos treinta días para el Real Madrid-Barcelona, y sin jugar, ya, tienen a media sociedad española entretenida. Distraída de la cruda realidad del día a día. Una buena jugada de Messi o Cristiano, da, para que la televisión, prensa, o radio hable de ello hasta el miércoles por la mañana. Al mediodía las alineaciones de la champion, ya toman ese espació, y hasta el viernes vuelven a tener de que hablar. Luego, otra vez la liga, de sábado a miércoles. Si no es que hay tenis, F-1 o motociclismo. A falta de todo esto, los programas absurdos que sirven solo para abducir al espectador, llenan la parrilla. Series de culto le llaman ahora a estas telenovelas modernistas. Con el mismo argumento en distinto escenario. En que no pasa nada más que hechos irreales, sucesivamente.

Y ayer, ví, en ella, la caja tonta, qué pasamos 8ª años de nuestra vida en frente suyo. Perdidos, igual que la serie.