Tengo varios calcetines de verano, otros de otoño, y unos de invierno. Unas chanclas, unos zapatos, un zapatillas para correr otras para vestir, unas para correr por el bosque, unos botines y unas botas Gore-tex. Media docena de pantalones cortos, media más de tejanos, algunos de hilo, otros de pana y unos para la montaña. Un montón de polos, alguna camisa, más camisetas (casi todas negras), un par de térmicas y como no, también alguna imperio. Jersey negros cinco o seis y tres o cuatro de colores varios. Alguno de lana y alguno cuello alto. Una chaqueta de pana, una de piel, un anorak, un soft shell y algún impermeable. Bufandas y otros atuendos también. Un reloj para el día a día, otro para el domingo y otro para el deporte. Unas ray-ban. Un Mobil. Un mp3. Un portátil. Un auto. Una moto. Una bici de montaña y otra de carretera. Diferentes obras de arte, de poco valor, ya sean pinturas o esculturas, un sinfín de libros. Algunas telas vacías y otras mal pintadas. Una consola. Y un cúmulo de cosas que me descuido de nombrar. Lo que no tengo, es si tengo claro, si la culpa es mía o del consumismo.
2 comentarios:
cuendo entré leí consumismo, pero retuve comunismo...
y no...nada mas alejado...je
besos.
Lila... Nada más alejado, tu lo has dicho.
Un saludo.
Publicar un comentario