miércoles, 1 de diciembre de 2010

Deshabitado.

Me dejado abatir por ese lugar.
En el cual nosotros dos,
Cruzábamos las horas.
Rincón  privado de nuestra ciudad.

Te he vuelto a extrañar de nuevo.
Despojado del escondite donde te dije:
Lo tanto que te quería,
Lo tanto que te quiero.

Y me siento solo y abandonado.
Pensando lo que pudo ser y no fue.
Añorado de esos tiempos pasados.

Dejo caer una lágrima, verdaderamente salada.
Sollozo sabiendo que los duros no lloran.
Blando yo, una gota una pizca, me gana.
¿Quién sabe, afortunado, donde discurrirás?

El tiempo me ha cambiado.
Aunque ya encadenado procuro,
Olvidar el equipaje pesado.
Tus labios, tus besos, mi pasado.

Sentado en corro, al lado de un abuelo solo,
Observo el futuro a los ojos.
Y regalo mi vida a la muerte; deshabitado. 

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