- No te entiendo, no sé lo que dices.
- Te digo: Que ya no te quiero. Lo entiendes ahora.
- No, no. No entiendo nada, nada de nada.
- Pues no es difícil. Entenderlo digo.
- Pues, no lo entiendo y creo, que no lo quiero entender. Porqué ayer, todo estaba bien, y hoy, todo fatal. No me cabe en la cabeza. ¿Qué has soñado?
- No es lo que sueño. Sino lo que ya no sueño. ¡No te quiero!
- Pero es qué… ¿me has querido nunca?
- …
No hay comentarios:
Publicar un comentario