miércoles, 9 de junio de 2010

Monógamo.

Soy monógamo. Aunque parezca el nombre de una especie de simios, que los somos, es el hecho de estar casado con una sola mujer. Con todo lo que ello conlleva. Su nombre me lleva atado. Esta es la ética de nuestra época. Soy monógamo, desde hace unos años.

Antes, no lo era ni me preocupaba serlo. Supongo que mi moral es la misma. Lo único que cambia es, que no tenía pareja estable. Podía, si mis virtudes lo permitían, estar con una chica y acostarme con otra. Sus vidas sexuales, no me preocupaban lo más mínimo a partir de finalizar mi faena. Palomas pasajeras. Antes, eso era antes.

Soy monógamo. O eso digo ser. Antes no es ahora. Pero ahora si que es antes.

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