El problema es, que esa creencia como pasa con dios, la tenemos demasiados, y los pueblos costeros en cuestión, se ponen inhabitables. Porqué la gente en masa, se descontrola y empieza a olvidar las normas de civismo. Y el “yo más” toma el poder. Tu gritas “yo más”, tu meas en la calle “yo más” y así con casi todo.
Uno, toma los utensilios necesarios, que la mujer requiere para ir a la playa, yo con bañador y toalla me sobra, y se adentra en la arena como si fuera una selva de cuerpos. Hay de bonitos, feos, y la mayoría; ni chica ni limoná. Un mundo, el de la playa, repleto de micro mundos. Cada familia, pareja, persona o grupo está dentro de su biosfera privada. En un circulo reducido sin entrar si no es, para molestar, a los otros. Pero todos en conjunto forman un ruidoso circo de personas desmelenadas y sin sentido del ridículo, molestándose unos a otros. Y tú que creías que allí encontrarías la tranquilidad, te das cuenta, que debajo de agua, donde si que todo se queda en calma y en silencio, solo duras treinta segundos. ¡Maldita necesidad de respirar!
6 comentarios:
jjajaa ayyy taaal cual!!!
por eso las vacaciones hay que tomarselas fuera de tiempo!
(o ahogarse) je
beso
Como leí por allí... ·Una mentira, por el hecho de ser sostenida por toda la humanidad, no se convierte en verdad·
Pues, nosotros somos como una manada de "Ovejas" Directo hacia el matadero, sin entender a donde vamos. Casi Siempre.
Lila: Quiero demasiado a la vida como para ahogarme! Un saludo.
Ella: Sin duda te doy la razón. Yo, que soy catalán siempre que me preguntan como estoy, digo: BÉ (bien). Y me siento oveja. Un saludo.
no lo dije porque te ahogues. Lo dije por el tiempo que uno permanece adentro del agua para aislarse del ruido.
Por supuesto Lila... Un saludo.
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