lunes, 20 de diciembre de 2010

Un sentimiento.


En la televisión autonómica de Cataluña, hacen un programa que se llama: “el convidat” (el invitado). Se trata de algo similar a la sombra que hace Juan José Millás en el dominical de El País, pero en formato televisivo. Convive el presentador, un fin de semana, con alguna persona famosa. Esté ultimo programa lo hacía con los Estopa. Durante una parte de la entrevista, le preguntó a José, el mayor de ellos, si aún, después de lo ocurrido, seguía siendo socialista. Él, con sinceridad y medio perplejo, respondió que sí. Que él era socialista, como su abuela, de corazón. Dejaba ver, que por mucho que pase y aunque hayan mal gobernado, esto, para algunos, es un sentimiento, una creencia.

Dudo, de mi confianza hacía los socialistas. No, hacía el socialismo, por arcaico que suene. La igualdad, todavía es una quimera, incluso en justicia, queda trabajo por hacer. Muchos de los socialistas, lo son, porqué fueron los que perdieron; ellos, eran los buenos, los humildes, los más humanitarios, los que creen en las reformas sociales, en la igualdad; de todo y para todos. Como he dicho anteriormente, se es, por sentimiento, por fe incluso. No por poder, ni por sueldo. He aquí la coyuntura. Donde los socialistas dejan el socialismo, y pasan a ser jornaleros de intereses gubernamentales o de oposición ansiosa. Sino, porqué estas prisas para hacer el PSC algo nacionalista, sin democracia interna ni de partido. Olvidando, que quién vota este partido, una inmensa mayoría, lo vota por la S, y no, por la C. Aunque no por ser socialista, debas sentirte menos o más, catalán o catalanista, ni deban hacértelo sentir. La implosión que esta sufriendo el partido tiene que servir para renacer, no para continuar con los mismos muertos vivientes, los mismos cadáveres, intentando morder a los sanos, con su veneno poderoso. Contaminándolos, con la avaricia de poder y dinero, de ver el partido; como un negocio. Debe ser para ellos, un trabajo, no un sueldo. Sino, que diferencia hay con los demás, si gobernando, lo han hecho incluso peor. YES WE CAN (CHANGE). 

Como escribió Miguel Hernández:

Pintada, no vacía. Pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto donde fue llevada con su desierta mesa, con su ruinosa cama. Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su inmensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza.   



          

2 comentarios:

Agustín Molina dijo...

Pese a las distancias y a la coyuntura, te entiendo.
Por aquí, tenemos un gobierno con discurso "progresista", pero que en sus actos no son más que conservadores.
Y uno se plantea y replantea, y, aunque utópico, sigue siendo socialista.

Jou McQueen dijo...

Agustín: Por fe? Creencia? a saber. Por moral quizás... pero socialista.
Un saludo.