martes, 11 de enero de 2011

Un día.

Puse el despertador a las seis. Me he levantado a la siete menos cuarto, me resigno al sueño. El agua tarda en calentarse, la ducha es un lugar frío y solitario a esas horas. Alargo mi estancia por ver si me ayuda a despertar. Me enjabono y me aclaro un par de veces. De pies a cabeza. Salgo. Me seco y arrastro con la toalla la poca pereza que me queda. Desodorante, colonia y al vestidor. Me visto, sin prisas, eligiendo según el frío que creo que ara. Al acabar me acerco a la cocina, tomo dos vasos de agua y voy al garaje para coger el coche e ir hacía al trabajo. Aún no ha salido el sol. Hay poca gente por las calles y el día parece húmedo. El rocío está todavía visible. Escucho las noticias.
Llego, trabajo, menos de lo que me gustaría y voy a mi casa a comer, antes paso a buscar a mi hija al colegio. Jugamos unos minutos a lo que a ella le apetece, instantes parecen, la llevo a su cama y como. Me tumbo ha hacer una siesta. Y al despertar vuelvo al trabajo. Escucho Bob Dylan. Unas horas más. Finalizo la jornada, últimamente antes de lo que debería y me dirijo ha mí hogar. Entro el coche al parking, subo, me cambio y salgo hacer footing un ratito. Ceno, me desconecto una horita de todo, de la forma que más me apetezca y me voy a la cama. Intento dormirme y me pregunto: ¿Qué coño es el amor?    

2 comentarios:

Lila Biscia dijo...

me despierto y me pregunto qué es el amor. Me baño y me pregunto si lo que siento es amor. Desayuno y dudo si el amor necesariamente implica la concreción del mismo. En el trabajo tengo que escribir sobre las actividades de la facultad y sin embargo me distraigo y escribo sobre situaciones amorosas que publicaré o no, mandaré por mail o no. Me junto con una amiga y hablamos de las relaciones. Llego a mi casa, me meto en la cama y, mientras miro el techo me digo: el amor no tiene explicación racional... simplemente, es eso que se siente con tanta fuerza que nos hace volar, aun en la ausencia del ser amado.
Besos!

Jou McQueen dijo...

Lila lo explicas muy bien, es mil veces mejor que la que podría dar yo. Porqué mi pequeño pensamiento casi solo alcanza para entender el querer y con trabajo.

Un saludo.